El proyecto municipal para la integración de Mollabao en el resto de la ciudad, que los vecinos exigen desde hace años, no avanza. Hasta 2019 el Concello no reservará fondos en el presupuesto pero su paralización actual no obedece ahora mismo a esa voluntad del gobierno local sino que viene del Plan de Urbanismo de 1989. Así lo advierte la directora xeral de Ordenación do Territorio, Encarnación Rivas, en un informe solicitado por Costas a raíz de la petición municipal de concesión del denominado "solar de los circos", entre la carretera PO-546 y la autovía de Marín.

El Concello quiere 3.364,41 metros cuadrados en esa parcela de dominio público marítimo-terrestre para abrir un vial entre esas dos carreteras. Ese vial es la clave del plan de reforma del barrio, ya que permitiría reordenar el tráfico para ensanchar aceras y limitar la circulación por la calle Rosalía de Castro. Pero al no figurar esa calle en el PGOU de 1989, no se puede ejecutar y por tanto, el resto del proyecto está en suspenso.

El informe de la Xunta. fechado en julio pasado pero no desvelado hasta ayer, responde a una petición del Servicio Provincial de Costas acepta de la petición municipal de concesión. El documento que firma Encarnación Rivas dice que el vial, de 77,92 metros de longitud y 12,5 de ancho, tendría aceras (2,5 metros a cada lado), dos arcenes de 0,25 cada uno y dos carriles de circulación de 3,5 metros, pero subraya que no está previsto en el vigente PGOU, "por lo que la viabilidad del otorgamiento de la concesión solicitada se hace depender de la necesidad de aprobar el correspondiente instrumento urbanístico que recoja la actuación".

El Concello podría poner en marcha una modificación urbanística del PGOU para diseñar esa futura calle, pero es un trámite muy lento, por lo que la otra opción, más ágil, es que sea la Diputación la que ejecute esa calle, como ocurrió con la ronda Este, que tampoco aparece en el PGOU pero está en obras.

El plan municipal para Mollabao, presentado hace año y medio, pretende actuar sobre el principal vial en torno al que se articula el barrio, la PO-546 popularmente conocida como carretera vieja de Marín y depende también de la Xunta y Costas. La primera ya cedió en junio pasado 590 metros de Rosalía de Castro, pero ahora debe dar luz verde a la concesión de la segunda.

La solución ideada para dotar a la PO-546 de un único carril de circulación en sentido de salida de la ciudad, con aceras más anchas y una fila de aparcamientos reservada para servicios es abrir el citado vial en el solar de los circos. De esta forma se podría dirigir el tráfico procedente de Marín por la PO-546 hacia Orillamar para que hiciese su entrada en la ciudad por la Avenida de Marín. Sin esa calle, todo el plan se viene abajo.