La Xunta ultima el nuevo trazado para la Variante de Alba, después de manejar al menos otros dos en el pasado, y que discurre, mucho más cerca del casco urbano "y tan solo nos queda un permiso del Ministerio de Fomento para enlazar la variante con la N-550". Estas son las últimas noticias recibidas en el Concello por parte de la Xunta tras varios años de trámites. Este nuevo recorrido propuesto se desplaza un kilómetro hacia el sur, desde la rotonda del acceso a Poio en Campañó hasta la recta de A Ferreira.

El gobierno local prefería el trazado anterior, sensiblemente cercano a la PO-225, pero acepta el cambio para no retrasar más una obra que acumula notable retraso. Se anunció en numerosas ocasiones, una de las últimas en abril pasado, cuando se encargó la redacción del proyecto de trazado y construcción e impacto ambiental de esta variante, con el fin de licitar las obras en 2019.

Se decía que el objetivo "es servir de conexión entre las carreteras PO-531 y la N-550 funcionando cómo alternativa a la carretera PO-225, que comunica Alba con San Caetano, sin necesidad de entrar en el núcleo urbano. El gobierno gallego reserva una inversión de 5 millones de euros para esta carretera, que en aquel entonces calificaba de "estratégica para la vertebración de la red viaria" local.