-Desde hace 30 años que se firmó el protocolo de Kioto, con indicadores de contaminación muy fuerte, se ha avanzado muy poco. Hay una falta de concienciación muy fuerte. Deconstruir un modelo de ciudad que responde a muchos intereses industriales no es fácil. La gente se acostumbra a un concepto de confort y no quiere renunciar.