La investigación de la Guardia Civil a dos individuos en la provincia de Pontevedra por intentar dejar en el medio natural diferentes cebos envenenados ha sido aplaudida esta tarde por la Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber, colectivos que advierten sobre estas prácticas crueles y sistemáticas en la comunidad.

Los animalistas han recordado en un comunicado que la colocación de tóxicos y otras acciones, como dejar lazos metálicos y cepos, han sido alertadas en los últimos tiempos, como el envenenamiento de gatos ferales en la propia ciudad de Pontevedra, o la atención veterinaria que tuvo que recibir un perro después de haber caído en una de estas trampas en el entorno del Lago Castiñeiras durante un paseo.

Así, las organizaciones señalan que dejar cebos envenenados puede suponer la comisión de un delito contra la fauna, penado con hasta dos años de prisión, mientras que los lazos y cepos, como métodos "no selectivos" de caza supondrían idéntica tipificación e incluso un delito de maltrato animal, cuya pena máxima es de un año de cárcel.

En este sentido FFW y Libera! han resaltado que la Xunta de Galicia debe endurecer la respuesta que desde la Administración se pueda dar a los casos que no entren en el "circuito" judicial, modificando la propia Ley de Caza de 2013 o la reciente Ley de Bienestar Animal para incrementar las sanciones económicas y los periodos de inhabilitación para la tenencia de animales o para disponer de una licencia de caza.

Los defensores de los animales creen que sólo a través de una contundente advertencia, con fuertes multas pecuniarias, se puede ejercer un efecto disuasorio claro, por lo que piden al ejecutivo que combata tanto estos elementos tóxicos sobre el medio natural o entornos urbanos, como los lazos y cepos, cada vez más habituales entre cultivos agrícolas, como también el reciente hallazgo de un jabalí herido en Soutomaior.