La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, asistió ayer a la creación de la asociación de bodegas Indicación Xeográfica Protexida ( IXP) Ribeiras del Morrazo, que integra a las cuatro primeras bodegas comercializadoras de este nuevo sello de calidad. Se trata de la bodega Reboraina (Redondela), Areeiros (Vilaboa), Ardán (Marín) y Mercedarios de San Juan de Poio (Poio). El acto tuvo lugar, precisamente, en el monasterio de San Xoán, cuya bodega es una de las que embotella estos caldos.

A todas ellas, Ángeles Vázquez las felicitó por su trabajo. Primero por la puesta en marcha de la nueva indicación y ahora, una vez aprobado el sello de calidad, por comercializar el vino bajo esta marca. "Tenemos que remontarnos al 2013, cuando diferentes asociaciones, viticultores y bodegueros se unieron para crear una IXP propia de la zona, que hoy la es una realidad", declaró la conselleira.

En este sentido, la titular de Medio Rural recordó que la del pasado otoño fue la primera vendimia amparada ya por este sello regulador a nivel estatal y, por lo tanto, se están ya vendiendo las primeras botellas de la IXP Ribeiras del Morrazo. En enero se consiguió también el reconocimiento a nivel europeo, a todos los efectos. La conselleira señaló que, una vez cerrado este trámite, es hora de mirar hacia el futuro y apostar por la "profesionalización, promoción del producto y la internacionalización del mismo".

La titular de Medio Rural, para afrontar este camino ofreció, como hasta ahora, el apoyo de la Xunta. En este sentido, Ángeles Vázquez animó a los viticultores a emprender proyectos de "movilidad de tierras" para luchar contra la fragmentación del territorio y de este modo ser más competitivos.Y es que uno de los principales problemas de los que alertan los bodegueros y viticultores ya implicados en impulsar esta nueva marca de calidad es la de la atomización y abandono de las propiedades.

La superficie productora de uvas para la IXP Ribeiras del Morrazo está entre las 1.000 y 1.500 hectáreas en los ayuntamientos de Poio, Marín, Pontevedra, Vilaboa, Moaña, Bueu, Cangas y Redondela. En esta zona hay 25.414 viticultores que cuentan con algo más de 73.000 parcelas de viñedo.

Se cree que los derechos registrados de viñedos en los concellos de la zona podrían llegar hasta las dos mil hectáreas pero que solo la mitad estarían actualmente produciendo vino. Es por ello que desde el Grupo de Desenvolvemento Rural Pontevedra-Morrazo, se puso en marcha un plan de profesionalización y desarrollo de la viticultura en la IXP que tiene varios objetivos,entre ellos, impulsar la viticultura como un eje de desarrollo económico que permita fijar población en el rural, que la indicación geográfica pueda seguir creciendo, y lograr también poner en valor y que "no se pierdan los derechos" de las muchas parcelas catalogadas como de producción vinícola que hoy están sin cultivar con sus vides desatendidas o en estado de abandono.

Para la elaboración de estos vinos a variedad de uva más representativa es la de albariño, pero también son admisibles las variedades blancas caíño blanco, godello, loureira, treixadura, blanco legítimo y torrontés; mientras que en el caso de las tintas son brancellao, caíño tinto, pedral, espadeiro, laurel tinto, mencía y sousón.