Mientras para el Concello de Pontevedra resulta complejo sustituir a un adjudicatario que renuncie a cultivar su parcela, para la Federación de Vecinos Castelao es cuestión de 15 días. "Es l plazo que le damos a una persona para limpiar y tener la huerta cultivada. Si no responde, pasamos al siguiente en la lista". Juan Loureiro, presidente de Castelao, reconoce que a pesar de esta agilidad cuentan con alguna parcela sin trabajar. Y no les gusta, porque las malas hierbas ahogan los cultivos ecológicos y "las familias les dedican mucho tiempo a sus huertos, se sienten orgullosos de lo que producen, intercambian algunas cosillas y saben que están consumiendo artículos sin nada químico. Una parcela abandonada es un gran riesgo, ya que de esa maleza pueden salir caracoles y todo tipo de bichos que amenacen los cultivos.".
Por ello, Castelao dejó caer al Concello la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo que permitiese que los vecinos gestionasen directamente todas las huertas ecológicas. "Dijeron que lo iban a pensar y que ya hablaríamos, pero no supimos nada más".
Aunque los huertos suponen para Castelao una partida de 2.000 euros anuales en sus presupuestos, estarían dispuestos a aumentar este gasto para dar solución a las 37 familias que tienen en lista de espera. "El proyecto es precioso. Tenemos una pequeña parcela cedida a una ludoteca de la zona y otra a la ANPA del CEP Campolongo. No pretendemos solventar con esto ni el hambre ni el paro, pero es una iniciativa que ayuda".
