El concurso para adjudicar el servicio de agua y el saneamiento durante los próximos veinte años ya está resuelto. A falta de la decisión formal, la mesa de contratación se inclinó ayer por la oferta de Viaqua, la misma empresa que asume esta gestión en el Concello desde 1997, aunque entonces tenía otra denominación comercial.

La concesión es hasta 2038, pero son los tres primeros años de contrato los decisivos, ya que en ese periodo la empresa deberá acometer los 58.231.000 euros en inversiones comprometidos en su oferta. Además, a esa cifra se deben añadir los 7,8 millones más del canon que debe abonar en los seis primeros años.

De este modo, se pone punto y seguido a un concurso que se puso en marcha hace un año y que ha estado salpicado por la polémica desde el principio, con informes técnicos cuestionados, bajas temerarias y críticas de la oposición. Estas quejas no faltaron en la mesa de ayer, donde se analizó el informe en el que se daba validez a la baja temeraria de Viaqua pero se descartaba la de otra empresa, de las diez que pugnaban por este suculento contrato de más de 120 millones de euros en dos décadas.

El concejal de Contratación, que también se encarga del área de Facenda, Raimundo González Carballo, destacó ayer su "orgullo" por esta adjudicación, que blinda la aportación de 25,6 millones para completar el saneamiento del rural, ortos 30, 2 para dotar de red de aguas a la margen izquierda del río, y 2,4 millones más para otras obras. "El anterior contrato, de 1997, incluía 15 millones en obras y el presupuesto anual de inversiones del Concello oscila entre 11 y 13 millones, por lo que el contenido de este contrato cuadriplica esas cifras.

Previsiones

Subrayó que esos 58 millones (más 8 de canon), suponen un volumen económico que "permitiría completar todo el saneamiento del rural; dar un importante impulso a la dotación de agua a más de la mitad de las parroquias; acometer los servicios del nuevo Montecelo; los servicios de la calle Echegaray; o mejorar la estación de bombeo y la estación de tratamiento de agua potable". A cambio, Viaqua recibirá algo menos de seis millones de euros al año.

Las inversiones que ahora debe ejecutar la empresa ganadora se tienen ejecutar en los tres primeros años de concesión con el saneamiento como prioridad en parroquias como Campañó, con 200 casas sin servicio y 4,1 millones necesarios; Bora, con 150 domicilios pendientes, donde son precisos 2,8 millones; en San Andrés de Xeve se requieren cinco millones para dar servicio a 280 viviendas; Verducido recibirá 4,8 millones para 309 casas y Santa María de Xeve otros 2,7 millones. A partir de ahí, las inversiones ya se reducen al entender el Concello que las redes de saneamiento de otras parroquias ya están prácticamente completas o en ejecución.

Alba necesita dos millones y Cerponzóns 1,7, pero en zonas como Mourente, Pontesampaio o A Canicouva no hay previsiones mientras que el abastecimiento de agua se apuesta por completar toda la orilla izquierda del río, en concreto en las parroquias de Bora, con una inversión prevista de 4,9 millones, Mourente (6,3 millones, que incluyen la dotación referida al futuro hospital único), Marcón (se superan los nueve), Tomeza (dos), Salcedo (4,9) y Lourizán, donde se emplearían unos tres millones de euros.

El tercer capítulo de mejoras, para obras concretas y por importe de 2.378.000 euros, incluye la impermeabilización de la estación potabilizadora de Lérez, nuevos motores en la planta de bombeo de Monte Porreiro, recientemente ampliada por Acuaes, y la mejora de los servicios en las calles Echegaray y Rúa da Porta Grande (A Parda).