"Un hito histórico". Así calificó el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, la aprobación el pasado 9 de enero por parte de la Unión Europea de la Indicación Xeográfica Protexida "Ribeiras do Morrazo", la única que obtuvo el visto bueno en todo el territorio de la Unión desde 2012. Y es que después de los esfuerzos en vano por incluir a los concellos de la comarca dentro de la D. O. P. Rías Baixas (el regidor de Pontevedra sigue pensando que había "argumentos a favor" más que suficientes), Lores cree que el sello de calidad ahora obtenido es el mejor camino para hacer del sector vinícola en la comarca un importante polo de dinamización económica. Es, además una fórmula para evitar que se pierdan los derechos de producción con los que cuenta la comarca de Pontevedra y O Morrazo, actualmente en situación de semiabandono.

Y el camino a seguir es a través de la formación para la profesionalización y empoderamiento de los viticultores de la zona amparada por la IXP. Cabe recordar que esta indicación geográfica protegida engloba a un total de ocho ayuntamientos (Bueu, Cangas, Marín, Moaña, Poio, Pontevedra, Redondela y Vilaboa) en los que a través del Grupo de Desenvolvemento Rural Pontevedra-Morrazo se llevarán a cabo diversas acciones formativas que persiguen, precisamente, formar a los viticultores y demás agentes involucrados en el sector vinícola y vitícola de la comarca para que, ayudados con el impulso que pueda dar la IXP, se pueda explotar al máximo la potencialidad que ofrece este sector.

Lores compareció ayer junto al portavoz de la IXP Ribeiras do Morrazo y propietario de la bodega Os Areeiros, Guillermo Martínez; así como el gerente del GDR Pontevedra-Morrazo, José María Tobío; y la concejala de Turismo de Vilaboa Ornela Fernández. Todos ellos aportaron datos que demuestran "la enorme potencialidad" que tiene esta Indicación Xeográfica Protexida cuyo desarrollo está todavía en fase embrionaria: Aunque hay 7 bodegas con actividad en la zona, únicamente cuatro están registradas y etiquetando (o a punto de) con el sello de Ribeiras do Morrazo. Se trata de la ya citada Areeiros en Vilaboa, Ardán en Marín, la bodega del Monasterio de Poio y otra en Redondela.

Esta primera añada de Ribeiras do Morrazo contará con una producción de unas cien mil botellas, es decir, "una gota en el océano" comparada con el resto del sector. No obstante, lo más importante es que se den los primeros pasos. El vino de Os Areeiros, por ejemplo, está ya presente en el mercado nacional en Levante, Madrid, Andalucía y Euskadi. En el salón "Gourmet" de Madrid ya han mostrado interés importadores de Asia, Europa y América. Guillermo Martínez avisa; "para el año voy a tener que comprar uva" y recuerda que debe ser uva registrada y que pueda demostrar su trazabilidad, procedente de viticultores también registrados en el área de la IXP. Ahora mismo hay unos 25.000 en toda la indicación geográfica y se calcula que existen derechos de producción sobre unas 2.340 hectáreas. El problema, precisamente, es que aproximadamente solo unas mil están en condiciones de producir para la IXP. Por lo tanto este es uno de los retos que se marcan con este plan de profesionalización y desarrollo: "Empoderar esa viticultura que se estaba perdiendo en Pontevedra", recordando además que, gracias al sello de calidad, esa uva puede multiplicar su precio una media de 2,3 veces, o incluso más.