"Un hito histórico", así calificó el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, la consecución el pasado 9 de enero de la autorización, por parte de Europa, de la Indicación Xeográfica Protexida Ribeiras do Morrazo. Un sello de calidad que, una vez que los concellos del área de Pontevedra y O Morrazo quedaron fuera de la Denominación de Origen Rías Baixas, permitirá "empoderar" el sector de la viticultura en los ocho municipios amparados por la indicación (Marín, Vilaboa, Poio, Pontevedra, Cangas, Moaña, Bueu y Redondela).

Así, a través del Grupo de Desenvolmento Rural Pontevedra-Morrazo, se pondrá en marcha un plan de profesionalización y desarrollo de la viticultura en la IXP que tiene varios objetivos. Impulsar la viticultura como un eje de desarrollo económico que permita fijar población en el rural, que la indicación geográfica pueda seguir creciendo, y lograr también poner en valor y que "no se pierdan los derechos" de las muchas parcelas catalogadas como de producción vinícola que hoy están sin cultivar con sus vides desatendidas o en estado de abandono.

Los datos que aportaron esta mañana tanto el alcalde Lores, como Guillermo Martínez (portavoz de la IXP) y el gerente del GDR, José María Tobío, (que comparecieron junto a la teniente de alcalde de Vilaboa,Ornela Fernández), hablan a las claras del "potencial" que tiene el sector vinícola en la comarca pero también del trabajo que queda por hacer, siendo la IXP una herramienta muy potente para ello tras dar este primer paso. Hay un total de 2.340 hectáreas registradas (solo 700 hectáreas están en el municipio de Pontevedra) y más de 25.000 viticultores con derechos registrados. No obstante, a día de hoy se calcula que la IXP cuenta apenas con unas mil hectáreas en producción y cuatro bodegas embotellando con la etiqueta de la Indicación Xeográfica Protexida. De estas cuatro bodegas salieron en la pasada cosecha unas cien mil botellas que ya están siendo etiquetadas bajo el amparo de la IXP. Guillermo Martínez espera que el sello de calidad les dé un impulso notable y ya apunta que el año que viene necesitará más uva que deberá comprar a productores de la zona, de ahí la importancia de profesionalizar la producción para que la IXP siga creciendo.