Con solo cuatro años el pontevedrés Gabriel Peso (1 de diciembre, 1987) se subía a un escenario con el grupo tradicional Os Alegres en el Teatro Principal. Era el preludio de una intensa trayectoria como pianista, arreglista y productor que, a día de hoy, le ha llevado a tocar con artistas de fama internacional y nacional como David Bisbal, Abraham Mateo, Soraya, Paloma San Basilio, Malú, King África, Melendi, Pitingo, Rosa Cedrón o Susana Seivane, entre muchos otros.

Este mes se encuentra trabajando intensamente en España. Ayer mismo viajaba desde Cantabria hasta País Vasco con el grupo sevillano de funk y rock O'funk'illo. Es difícil verlo por Pontevedra, aunque de vez en cuando se deja caer por su ciudad natal, el lugar en el que más ilusión le hace tocar.

Su contacto con la música comenzó a través de su familia y la agrupación Os Alegres. "Yo iba a los ensayos. Siempre tuve contacto con la música. Cuando vieron que siempre me acercaba a los pianos, los Reyes Magos me trajeron uno", recuerda divertido.

Gabriel Peso toca el piano, pero también tiene nociones para trabajar con otros instrumentos, que utiliza para los arreglos. Su formación comenzó con el curso de grado medio en la especialidad de piano clásico en el Conservatorio de Música Manuel Quiroga de Pontevedra entre los años 2000 y 2006. Entre 2007 y 2011 estudió la licenciatura en el Conservatorio Superior de Música en A Coruña, en la especialidad de jazz. Se graduó con matrícula de honor.

Decidió dedicarse a la música de forma profesional y exclusiva "desde siempre". "No es que fuese mal estudiante, sino que se me daban bien los números: Física y Química, Matemáticas, Dibujo Técnico... Pero no la Literatura, Lengua... Tenía ganas de terminar el Bachiller y lanzarme a lo que realmente me gustaba", explica.

El jazz y la música moderna, los sintetizadores, electrónica musical... están siempre presentes en su vida, a nivel personal o profesional. "Intento fusionarlos siempre un poco", reconoce.

Su carrera consiste en "cuadrar la agenda" entre diferentes artistas. Ahora se encuentra en España, pero hace dos semanas estaba todavía en Estados Unidos y en México. Su residencia fija, "entre comillas", está en Madrid.

Gabriel Peso es pianista, arreglista, director musical y también realiza composiciones y arreglos para cine. Entre los artistas con los que ha trabajado más recientemente destaca a David Bisbal, Abraham Mateo y Dasoul, con los que compartió giras el año pasado. También realizó los arreglos, dirección y producción musical para el disco "Akústica" de Soraya Arnelas.

"Dentro de tres semanas nos iremos con Bisbal a Chile, Argentina, México, Perú... Es una gira importante. Voy como pianista y como director musical está Ludovico Vagnone", anuncia.

Haber llegado hasta artistas de renombre del panorama musical nacional e internacional no fue algo que el pontevedrés buscase expresamente, sino que "la vida me fue llevando hacia ahí". "Me iban llamando de un sitio y de otro, y una cosa va llevando a la otra. No hay un punto de inflexión drástico", indica.

"Lo que he intentado siempre es hacer las cosas lo mejor posible, ser profesional, llegar a la hora y tocar lo mejor posible. ¡Y disfrutar de la música, que para eso está!", dice con modestia.

Lo más complicado a la hora de trabajar con este tipo de artistas es "entenderlos y saber qué es lo que quieren", reconoce el pontevedrés. "Es importante que ellos estén a gusto. A nivel musical es lo que tienes que hacer; no les puedes fallar. Si cometes un error con una voz así y tú al piano al lado, quedaría para la historia", considera. "Se requiere compromiso, profesionalidad y mucha energía", añade.

"Cuando estuve tres años de director musical con Abraham Mateo en directo nos recorrimos Latinoamérica y España. Cambiábamos muchas cosas antes del directo. Era mucha responsabilidad. A veces las tenías que cambiar media hora antes, hablar con la banda... Al final lo de tocar es lo de menos", recuerda.

Gabriel Peso no se compromete a la hora de elegir a un artista en concreto. "Me gusta tocar con todos, pero lo que realmente quieres es hacer conciertos con tu propia música, con tu repertorio, mi trío. Mientras, con cualquier música que esté bien hecha yo soy feliz", confiesa.

Su otra debilidad es su ciudad, Pontevedra. "Yo me he criado en la calle San Sebastián, en la Praza da Ferrería, de la Verdura... Haber tocado en el Teucro y con mi propia música es un sueño", concluye.