"Cuando realizamos aquella peregrinación inicial, desde Tui, no pensábamos en darle continuidad. Era una actividad de aquel año y la idea era quedar ahí", pero finalmente se consolidó, según admitía ayer Celestino Lores. "Cuando empezamos ni soñábamos que el Camiño llegaría a lo que es ahora, ni se nos pasaba por la cabeza".

Casi 70.000 peregrinos en el último año y se calcula que en dos o tres más se podría llegar a cien mil, siempre con el objetivo de que "no se masifique", de ahí que a lo largo de los años se hayan incorporado variantes como la de la Costa o la de O Salnés, para que se distribuyan los caminantes.

Sin embargo, la ciudad de Pontevedra sí se mantiene como capital de esta ruta y punto de confluencia de la mayor parte de sus peregrinos, como quedó reflejado, por ejemplo, en la pasada Semana Santa, cuando el albergue se saturó y hubo que abrir el pabellón de A Xunqueira para acoger a los caminantes.

Este impulso se deja notar también en el sector hotelero y turístico de la ciudad, según Anabel Gulías, que subraya que cada vez son más los peregrinos que se alojan en hoteles, y que hay varios proyectos para crear albergues a lo largo de la ruta, dos en el casco urbano y otro en Pontesampaio, además de unos apartamentos turísticos en O Gorgullón.

"Contribuye a la economía local", subraya la concejala, al igual que en otros municipios por los que pasa en Camiño.