Elevar la producción en 30.000 toneladas más y acercarse paulatinamente al medio millón anual. Es uno de los objetivos de la parada técnica que mañana se inicia en la planta de Ence en Lourizán y que se prolongará durante diez días.

Según informó ayer la propia compañía, en este proceso se invertirán ocho millones de euros, de los que 4,3 millones se destinarán a realizar mejoras ambientales y los 3,7 restantes están previstos para el mantenimiento del complejo.

En la parada técnica anual de Ence participarán cerca de 1.200 operarios pertenecientes a cien empresas, de las que "la mayor parte son gallegas, aunque también estarán presentes empresas especializadas de España, Finlandia o Suecia", según explica la firma en un comunicado.

Entre las mejoras previstas destaca la eficiencia de la caldera de recuperación y la mejora de las torres de refrigeración, lo que en la práctica "supondrá disminución de la temperatura del efluente e influirá en la merma de emisiones olorosas", según Ence. El resto de la inversión irá destinada a "mejoras en eficiencia que permitirán a la planta reforzar la competitividad de la celulosa gallega en los mercados internacionales". Según sus propios datos, las emisiones olorosas se rebajaron en 2017 un 25% con respecto al año anterior "logrando que el impacto oloroso se redujera a menos de un minuto diario de promedio".

Su plan de inversiones ya contempla desde hace tiempo esta ampliación antes de 2020. En esta parada técnica anual está previsto implementar buena parte de las medidas que permitirán a la fábrica alcanzar este aumento de capacidad de 30.000 toneladas de celulosa de alta calidad.

Plan de inversiones

El Plan de Inversión diseñado para el periodo 2015-2020 establecía la inyección de hasta 99 millones de euros en la fábrica de Pontevedra. De todos ellos, 37 estarían ya fueron ejecutadas entre 2015 y 2017 y otros 62 millones se invertirían a partir de este año.

La capacidad actual de producción es de 465.000 toneladas al año, según la compañía, aunque no se agota esa cifra. De hecho, en 2019 estaría previsto producir 40.000 toneladas más.

La compañía destaca en sus memorias anuales que a lo largo de 2016 se invirtieron en la fábrica de Pontevedra 5,3 millones de euros en actuaciones de mejora medioambiental (frente a los 2,1 millones de 2015) pero desde la renovación de la concesión para la planta de Lourizán por 60 años, esas inversiones se intensifican. De hecho, diez de los años de prórroga están condicionados a la ejecución de mejoras en materia ambiental, especialmente relacionadas con la reducción del consumo de agua, la disminución de olores y emisiones así como el proyecto de integración paisajística. Algunos de estos planes aún se han aplicado por "trabas" del Concello, según la empresa.