El concejal de Urbanismo de Marín, Manuel Santos, confía en que en los próximos días se inicie la demolición de los edificios en ruinas de la calle Méndez Núñez. Los propietarios de estos inmuebles tienen orden de derribo, disponen de licencia de obra y han contratado una empresa especializada.

La xunta de goberno local aprobó ayer la demolición de las edificaciones ubicadas entre los números 38 y 48 de esta calle. La empresa Construcciones Esperón S.L. es la encargada de esta tarea.

Se trata de unas seis propiedades de la parcela situada entre las calles Estrada y Fondo do Saco, así como el vial que va desde ésta hacia Méndez Núñez, que tendrán que ser derribadas tanto por motivos de seguridad como para proceder a la urbanización de este polígono. Son las parcelas de la antigua fábrica de salazón y posteriormente Conservera Chamadoira.

Modificación del PXOM

Una vez demolidos los inmuebles, el gobierno local se propone iniciar una modificación puntual del planeamiento para promover la urbanización de la parcela. En esta modificación puntual del PXOM se incluirá la alegación presentada por el colegio de las monjas y cuya resolución judicial obliga a incluir en este ámbito urbanizable una parcela de uso dotacional.

Una vez modificado el plan en ese sentido, la intención del gobierno que preside María Ramallo es urbanizar todo el ámbito, ya sea por iniciativa de los propietarios o acudiendo al sistema de la cooperación para hacerlo con el apoyo del Concello, repercutiendo los gastos a los propietarios de las parcelas, una vez salga adelante la urbanización.

En el caso de que los titulares de las parcelas no se hagan cargo de las mismas o de los gastos generados, transcurrido el plazo legal correspondiente el derecho de edificabilidad pasaría al Ayuntamiento, que asumiría los solares y su desarrollo urbanístico.

Este proceso se desarrollará en un período de "unos dos años" -estima el concejal de Urbanismo-, plazo en el que el Concello, si los propietarios no lo hacen antes, pondría en marcha la edificabilidad de la parcela.

Ningún edificio a conservar

Pero lo más inmediato será la demolición de las edificaciones condenadas a la piqueta. Su derribo será la culminación del actual proceso urbanístico que se desarrolló durante los dos últimos años y que requirió la autorización de Patrimonio, que no considera que haya ninguna fachada de interés a conservar.

Posteriormente el gobierno local llevará al peno la modificación puntual del PXOM, para a continuación iniciar la urbanización de la zona, abrir la calle y negociar con los propietarios el desarrollo urbanístico de la misma, sea de forma privada o por el sistema de cooperación con la Administración.

La alcaldesa, María Ramallo, destacó recientemente que "es un gran avance que se haya logrado un consenso" con los propietarios de los edificios en ruinas, que logrará al menos que se despeje y limpie la zona.

Tras su derribo, la Concellería de Urbanismo podrá al fin desarrollar esta manzana de edificios que se ubica en pleno centro de Marín.