La fábrica de Ence de Lourizán tendrá que producir pasta con la mitad de agua que consume actualmente. Ante la situación de alerta por sequía que padece el río Lérez desde hace unos días, Augas de Galicia ha decidido limitar al 50% la captación de la empresa en el río Lérez.

Se trata de la primera medida concreta que adopta la Xunta, en vísperas de la reunión que el próximo lunes mantendrá con los ocho municipios de la cuenca del río (Pontevedra, Marín, Bueu, Poio, Sanxenxo, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro y Forcarei) para analizar posibles acciones adicionales. Al respecto, la Xunta muestra su confianza en que la limitación de consumo de agua "sirva como senda a seguir por estas administraciones".

El departamento autonómico aclara que el recorte a Ence se aplicará "de forma temporal y mientras dure la situación de alerta en la cuenca del río Lérez". En ese tiempo, aún indeterminado ante la nula previsión de lluvias a corto plazo, la fábrica "solo podrá captar el 50% del caudal que tiene concedido". Apunta también que informará oficialmente el lunes a los alcaldes de la cuenca.

La reducción del consumo de Ence era una medida esperada desde que se decretó la alerta, esta misma semana, toda vez que, como recuerda Augas de Galicia "los consumos industriales diferentes de la acuicultura o la producción hidroeléctrica, como es el caso de Ence, ocupan el quinto puesto entre las prioridades de usos marcadas por el Plan Hidrológico". La primera es "garantizar el recurso necesario para el abastecimiento", por lo que además de limitar el consumo industrial, se considera que "ante la situación de carestía de recursos hídricos todas las administraciones deben tomar las medidas que estén en su mano para respetar estas prioridades de uso, incluidas las administraciones locales en el desarrollo de sus competencias en la prestación de los servicios de abastecimiento".

El control del consumo de Ence, que dispone de una presa propia en Bora, aguas arriba de la captación municipal de Monte Porreiro, fue solicitada ya por el Concello hace un mes, después de varios días de oscilaciones del caudal del Lérez.

Unos días después la empresa ya anunciaba una "ralentización" de su producción y una reducción de su consumo de agua "para mitigar el impacto de la sequía". Detallaba que "decidió ralentizar el ritmo de producción de su fábrica de Lourizán mientras dure la actual situación climatológica, para contribuir a paliar el impacto de la sequía que afecta desde hace meses a Pontevedra" y hablaba de una disminución de su consumo de un 20%. Ahora la Xunta impone una limitación mucho mayor, del 50%.

La empresa ha negado en varias ocasiones que sean sus captaciones las que provocan la caída de caudal del Lérez, que afectan al abastecimiento de los municipios de Pontevedra, Poio, Marín, Ponte Caldelas y Sanxenxo.

En la jornada de ayer, la estación de medición de Augas de Galicia en Monte Porreiro marcaba un caudal de 3,84 metros cúbicos por segundo, muy por debajo de los 5,17 de hace una semana. En ambos casos se trata de un nivel nada habitual en esta época del año. A mediados de noviembre de 2016 el Lérez recibía más de 11.000 litros de agua por segundo, casi el triple que ayer.