-En sus canciones critican como el ser humano se ve atrapado por las nuevas tecnologías, ¿qué opina de las redes sociales?

-Simplemente, con decirte que yo no tengo ni Facebook, ni Twitter ni Instagram, ni siquiera tengo ordenador... Yo creo que las redes sociales, como todo en la vida, tienen su lado bueno y su lado malo. A veces circulan informaciones con poca veracidad. Parece que lo que sale en Wikipedia y lo que sale en Internet sea una información válida, cuando no están contrastadas ni sujetas a un rigor informativo. Antes que contar tu vida minuto a minuto a través de las redes sociales, yo prefiero sentarme a tomar un café, mirar a los ojos al interlocutor y contarle todo lo que me ha pasado.

-Entonces tampoco tendrán en cuenta los comentarios negativos sobre sus conciertos en las redes sociales...

-No me interesan en absoluto. A mí lo que me importa es que cuando estoy realizando mi trabajo catorce mil o quince mil personas se vayan de nuestros conciertos con una sonrisa en la boca y olviden sus problemas personales durante dos horas. Me pagan por divertir a la gente, por eso lo que digan cuatro personas que no me conocen en absoluto y que me critican ni me importa ni es algo que me haga perder ni un solo minuto de mi vida.

-¿Qué es lo verdaderamente importante?

-Saber hacer bien tu trabajo,. Las críticas y las alabanzas son esos dos demonios que todos tenemos y que hacen daño. Considero que tú te tienes que mirar al espejo y este es el que te va a decir estás yendo por el buen camino o por el malo. No presto atención a la gente desocupada que se dedica a criticarnos.