La mala reputación y la mala suerte que muchas personas consideran que transmite el número 13 no influye a la hora de venderlo en las administraciones de lotería, donde es siempre el más solicitado, tanto cuando encabeza el número o como cuando es como terminación. En 2016 el Gordo de la Lotería de Navidad acababa en 13, rompiendo así la superstición que rodea a este número que simboliza mala suerte para gran parte de las personas y buena para otras muchas.

Desde la Administración de lotería número 1 explican que "la gente debe saber que el número 13 está aquí, por eso es el que más nos solicitan, sin embargo no se lo podemos dar, porque es un número que es nuestro y los abonados están aquí". Esta administración cuenta con el número 13 como abonado, teniendo a una serie de personas que se encargan de venderlo en bares o restaurantes a los turistas, además de tenerlo guardado para los abonados que lo llevan cada semana.

No sólo es en la administración número 1 donde los turistas solicitan notablemente el número 13. También en la número 6 son muchos los que quieren conseguir este décimo, así como otros, casi siempre, con números impares como el 5 o el 7, que también son muy solicitados entre los turistas que frecuentan las calles pontevedresas.

En todas las administraciones el número 13 es el más solicitado. Turistas y clientes habituales de Pontevedra se olvidan de las supersticiones de tiempos pasados con este número que lo consideraban un mal augurio y quieren apostar por él, confiando en que todo lo malo que supuestamente trae se convierta en bueno, y sean así los premiados con el Gordo de la Lotería de Navidad.

Buscan este número, pero cuando no lo encuentran se conforman con aquel que "vaya a tocar", confiando siempre en la suerte.