"Para quien se plantee preparar una oposición, los próximos tres o cuatro años serán los mejores de muchos años", afirma la coordinadora de estudios de Centro Estudio, María Teresa Gómez. Y por extensión lo serán también para su sector de negocio, el de las academias que ofrecen formación para opositar a la administración pública. La oferta de empleo aprobada el viernes pasado por el Consejo de Ministros suma 20.280 puestos de trabajo al sector público y, antes de acabar el año, podría llegar otra en la sanidad.

"Normalmente tenemos sobre 400 alumnos, fuera del periodo estival, y con esta oferta esperamos que casi se duplique", explica el director de la Academia Postal de Pontevedra, Jaime Abilleira.

El efecto llamada de la convocatoria que el ministro Montoro anunció hace poco más de una semana comenzará a registrarse, sin embargo, al finalizar el verano, aunque algunos interesados ya han comenzado a solicitar información a las academias, dice Ana Martínez, de CEGAFOR.

El repunte del sector empezó hace algunos meses, tras un periodo de continua caída. "La mayoría de las academias tuvimos que replegarnos y aguantar como pudimos. Después de años en el dique seco, esto nos parece una maravilla", comenta María Teresa Gómez de Centro Estudio luego de hacer hincapié en las bajas tasas de reposición que impuso el gobierno durante la crisis.

Ahora aguardan los movimientos que en los próximos meses pueda haber en torno al SERGAS, servicio para el que podría anunciarse una convocatoria en septiembre u octubre.

Y es que todo apunta, señalan desde las academias, a que esta etapa de bonanza podría extenderse durante varios años. La necesidad de recomponer un sector público que perdió una parte importante de sus empleados a lo largo de la última década invita al ramo a pensar que todos los niveles administrativos precisarán incorporar personal.

Quienes se acojan a la ya anunciada oferta de más de 20.000 plazas para la administración del estado deben tener presente, no obstante, "que su puesto de trabajo difícilmente va a estar en la comunidad autónoma", indica Abilleira de la Academia Postal. La mayoría de estos puestos están destinados a grandes ciudades como Madrid o Barcelona y solo las notas más altas podrían aspirar a las escasas plazas que se creen en Galicia. Además, apunta, la competitividad aumentará "porque la gente ve oportunidades y se van a presentar muchísimos, pero ¿cuántos van a ir bien preparados? Eso ya es otra historia".

Un refugio que resiste

El estallido de la oferta de empleos públicos supone un importante giro tras los años en que la política de la austeridad hizo salir a la calle al colectivo de los funcionarios. La tradicional visión del empleo público como un refugio seguro en tiempos de dificultad en el sector privado disparó el número de opositores a comienzos de la crisis, pero este cayó estrepitosamente a medida que la depresión y los recortes se pronunciaban, afirman los gerentes de academias.

"Las tasas de reposición llegaron a ser del 10%" en algunos servicios básicos como la Sanidad, en otros del 0%. "Eso significa que de cada 100 personas que se jubilaban, 90 plazas quedaban vacías", comenta María Teresa Gómez. Sin embargo, tras todo este proceso, los opositores aspiran hoy a lo mismo que hace una década "seguridad, estabilidad. Al fin y al cabo, comemos todos los meses", manifiesta la coordinadora de Centro Estudio.

De acuerdo con un informe de CC OO, los funcionarios dependientes de la Xunta de Galicia han perdido entre los años 2010 y 2017 un 14,1% de su poder adquisitivo. Es el resultado de las congelaciones salariales y de pagas extraordinarias decretadas por los ejecutivos autonómico y central.

El doctor en economía de la Universidade de Vigo Alberto Vaquero subraya que, pese a la evidente pérdida en salarios y el empeoramiento de las condiciones de trabajo en el sector público, este empleo "suele ser de mayor calidad, ya que las condiciones de acceso son muy diferentes. Se exige un mayor nivel de formación que en el sector privado"; aunque eleva la pérdida de poder adquisitivo hasta el 25% para algunos grupos de funcionarios desde 2006 hasta hoy.

Son estas exigentes condiciones de acceso las que convierten a las academias en un intermediario fundamental para que el opositor pueda preparar con ciertas garantías su candidatura al funcionariado público. "Siempre les decimos que es una carrera de fondo", indica Ana Martínez de CEGAFOR; pero "si todo se da muy bien, en un año y medios o dos años los que aspiran a entrar en un grupo C podrían estar ya dentro". "Es exigente, pero un trabajo en la administración es para toda la vida", apuntala Jaime Abilleira.