Una pregunta sigue sin respuesta en los juzgados pontevedreses. ¿Qué fue del narco José Antonio Pouso Rivas, alias "Pelopincho", y de su supuesto socio, el pontevedrés Bernardo Villaverde Amil? Ambos desaparecieron en noviembre de 2010 apenas unos días después de que un barco, el "Garbi III", cargado con cuatro toneladas de hachís, naufragase frente a las costas de Portugal perdiendo gran parte de su carga.

Ayer, cinco personas se sentaron en el banquillo de la Audiencia de Pontevedra acusados de participar junto al narco riveirense y al vecino de Monte Porreiro en la organización de dicho transporte entre el el Estrecho y las costas gallegas. Se trata de Manuel S. F., alias "Machucho", nacido en Cambados pero vecino de Ribadumia; Francisco Javier T. F., "Gelo" o "Fran", nacido en Outes; y dos personas naturales de Marruecos y una tercera de Melilla. El fiscal reclama seis años y medio de cárcel para el cambadés y cinco años y medio para el resto de los imputados, además de dos multas de 375.000 euros para cada uno.

Los cinco imputados niegan su relación con este transporte y sus defensas también impugnaron las escuchas telefónicas que la Fiscalía pretende utilizar como prueba para incriminar a los acusados. Aseguran los letrados que se intervinieron "entre 50 o 60 teléfonos" de forma indiscriminada durante "varios años" hasta llegar a sus defendidos. El fiscal lo niega, y asegura que las escuchas están fundamentadas en aspectos como los contactos que estas personas, y concretamente Manuel S. F., mantenía con personas de la ría de Arousa vinculadas al narcotráfico.

Además, el fiscal se preguntó si como hecho relevante para justificar la intervención de los teléfonos no es bastante que dos de los supuestos integrantes de la trama estén desaparecidos y avanzó la posibilidad de que "alguno de los que están ahí sentados -dijo señalando al banquillo- vayan a volver a estarlo por la desaparición" de estas dos personas, en referencia a "Pelopincho" y Villaverde Amil. En este sentido, fuentes de la Fiscalía señalaron que el caso de la desaparición del narco riveirense y su supuesto socio pontevedrés no solo está abierto sino que a punto incluso de que se presente escrito de acusación contra una serie de personas.