El tramo Vilaboa-A Ermida de la futura autovía A-57, que constituye el primer sector de la circunvalación de cuatro carriles de Pontevedra, estará en servicio dentro de dos años, a principios de 2019. Este es el plazo que maneja la Demarcación de Carreteras del Estado para completar las obras de un vial de seis kilómetros que comenzó a ejecutarse en enero de 2016 -aunque la "primera piedra" se puso tres meses antes- y que conectará la N-550 en Figueirido con la carretera de Ponte Caldelas en Marcón.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, y el concejal de Infraestruturas, César Mosquera, repasaron con técnicos y responsables de Fomento en Pontevedra el estado de todos los proyectos que tiene en cartera en ministerio en la ciudad, con especial hincapié en la futura circunvalación. Mosquera explicó ayer los pormenores de un encuentro que analizó la situación de las obras en la carretera de Ourense (la N-541), que estarían concluidas a final de este año, o del estado de tramitación del proyecto de reforma del nudo de Bomberos, que podría licitarse también a lo largo de 2017.

Con respecto a la A-57, la información que Carreteras del Estado traslada al Concello es que "las obras avanzan al ritmo previsto" entre Vilaboa y A Ermida, si bien Mosquera apuntó que "la aparente lentitud se debe a la petición municipal de que prestaran especial atención a las afecciones" en canalizaciones y manantiales de agua, caminos y otros apartados.

Con el primer tramo, de unos seis kilómetros y más de 60 millones de euros de presupuesto en ejecución, la principal demanda municipal es que Fomento garantice la prolongación de ese tramo primera hasta Xeve y después hasta Curro, en el vecino municipio de Barro, donde entroncaría con la AP-9 y la autovía do Salnés. Sin esa continuación el trecho ahora en ejecución no sería útil como circunvalación.

Al respecto, los datos recogidos por el gobierno local en la sede pontevedresa de Carreteras apuntan a que el proyecto constructivo del segundo tramo, desde A Ermida en Marcón, hasta Pilarteiros, en Xeve "saldrá a exposición pública en cuestión de meses, como paso previo a las expropiaciones y la licitación de las obras", si bien sin un calendario efectivo. Los avances administrativos en este recorrido ya han generado inquietud vecinal en parroquias como Xeve o Bora por las posibles repercusiones en sus propiedades. Hace unas semanas la plataforma de afectados de Bora pedía información al PP sobre el estado de tramitación de este trazado, además de reiterar su rechazo a los diseños propuestos y reclamar cambios en el itinerario.

De este modo, el malestar que ya generó el proyecto en Marcón, se reproduce (como ya ocurrió en el pasado) en esas otras parroquias. La toma de posesión de un nuevo ministro de Fomento, en sustitución de Ana Pastor reactiva los proyectos y también el malestar de los afectados.

Cambios en Barro

El actual trecho en obras entre Vilaboa y Marcón quedará incompleto si no se prolonga, especialmente hacia el Norte hasta enlazar con la AP-9, Después de veinte años de trámites, todas las variantes y tramos en estudio se limitan ahora a tres: el que está en obras y los dos hasta Xeve primero y Curro después. Sin embargo, el de Pilarteiros desembocaría, después de cruzar el río Lérez, en la carretera de Campo Lameiro, un vial de escasa repercusión en el tráfico de paso, por lo que la continuidad hasta el macronudo de Curro es considerada "vital" por el Concello. Pero ese último sector avanza aún con más lentitud que el anterior y Fomento en Pontevedra solo garantiza que "sigue adelante su tramitación", sin más compromisos. Según las explicaciones aportadas al Concello, el proyecto se encuentra en la actualidad en manos del Ministerio de Medio Ambiente, para la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), un proceso que ya se inició hace varios años y que incluyó variaciones y correcciones. De hecho, Fomento asegura que se han aceptado alegaciones sobre el entronque final de la futura autovía en Curro. Según Mosquera, se modificaría la propuesta de concluir en las inmediaciones de la iglesia parroquial.