"Del campo a la mesa", como resumió la directora de la Misión Biológica de Galicia (MBG), Elena Cartea, es el objetivo del acuerdo de colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Xunta de Galicia, a través del CIFP Carlos Oroza, para que los alumnos de este centro de formación en hostelería cultiven las legumbres y hortalizas con las que luego elaborarán sus platos. Se trata de un convenio "para el desarrollo de acciones y proyectos de innovación sobre cultivos de calidad para consumo humano", que ayer se presentó en la MBG, con representantes de estas instituciones.

La comunidad escolar del Carlos Oroza ya ha comenzado a cultivar sus propias plantas a modo experimental, desde que el verano pasado se iniciasen contactos entre ambas entidades. Tras la presentación de la actividad en el Pazo de la Misión Biológica, sus responsables entregaron a los docentes del Carlos Oroza muchas más semillas de diferentes variedades de judías, guisantes, nabicol y grelos, para que amplíen el huerto creado en los alrededores del centro.

Este huerto nació en realidad hace tres años -como explicó su director, Manuel Hermo- para introducir los cultivos en el instituto y además mejorar su entorno. Mediante el nuevo acuerdo, durante los cuatro próximos años la MBG, a través de los grupos de Biología de Agrosistemas y Genética, Mejora y Bioquímica de Brásicas, cede al CIFP Carlos Oroza material vegetal seleccionado de sus colecciones de leguminosas y brásicas en concreto, que se cultivarán en la Huerta Escolar Ecológica del CIFP. Posteriormente, el alumnado realizará ensayos culinarios con el fin último de conocer y valorar sus características y posibilidades en su procesado en restauración y hostelería.

Los científicos y técnicos del CSIC asesorarán, además, durante el periodo de vigencia de la colaboración, al personal del Carlos Oroza en temas relacionados con el cultivo de las variedades y se prestará asistencia al CIFP.