La Policía Nacional ha imputado a un joven de 25 años de edad, vecino de Pontevedra, como presunto autor de un delito de simulación de infracción penal al denunciar ser víctima de un robo a punta de cuchillo cuando en realidad había perdido los 70 euros y quería ocultarlo a su familia.

El joven denunció el pasado lunes que paseaba por una calle de Pontevedra cuando fue abordado por dos individuos. Dijo que uno de ellos le pidió un cigarrillo primero y unas monedas después, pero al decirle que no tenía nada, el otro individuo sacó un cuchillo de unos quince centímetros de hoja con el que le amenazó pidiéndole todo lo que tenía. Añadió que al sentirse intimidado le entregó la cartera con personal y 70 euros tras lo cual ambos jóvenes salieron huyendo a la carrera y arrojaban la cartera al suelo tras sustraer el dinero.

Sin embargo, todo cambió en su segunda declaración. Reconoció haber presentado una denuncia falsa, ya que en realidad había perdido los 70 euros y para justificar el hecho ante sus familiares decidió presentar la denuncia por robo.

La Comisaría subraya que "la simulación de delito es una infracción tipificada en el código penal que consiste en denunciar ser responsable o víctima de una infracción penal inexistente, lo que hace que con cierta frecuencia personas que incurren en este delito tengan que responder penalmente por ello, dándose cuenta en cualquier caso a la Autoridad Judicial, y, en caso de delitos graves como el que nos ocupan, procediendo a su detención".

Asimismo, "dichas denuncias falsas causan en ocasiones graves perjuicios en la labor policial, cuyos agentes tienen que afrontar las pesquisas de los hechos denunciados, perturbando de este modo el normal funcionamiento de las unidades de investigación".

Añade la Policía Nacional que "las causas por las que se denuncia una falsa infracción son variadas, bien para presentar la denuncia ante el seguro correspondiente y de este modo obtener un beneficio económico, o bien para ocultar un alto gasto económico no justificado o una pérdida como en este caso". También hay ocasiones en las que se trata de una simple broma o temor por las posteriores reprimendas, sobre todo en el caso de los menores de edad.