Fiscal y acusación particular coinciden en pedir la condena de once años y cuatro meses de prisión para el vecino de Ponte Caldelas J. L. P., acusado de un delito continuado de abuso sexual a menor de 13 años. Además añaden la petición de una pena por falso testimonio contra el primer condenado por estos hechos, Aniceto G. P., ya que en ningún momento de la instrucción inculpó al segundo acusado. "Todo lo contrario -apuntó el abogado de la familia- Aniceto lo defendió a capa y espada". Aniceto G. P., ya condenando, mantuvo en todo momento que solo él fue el autor de los abusos, cuando del segundo juicio celebrado ahora contra J. L. P., Fiscalía y acusación particular deducen que también participó en aquellos abusos.

Además de ratificar la petición de condena, en el juicio celebrado a puerta cerrada en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra, la acusación amplía la petición de alejamiento de la víctima de 10 a 20 años.

Ministerio público y acusación particular concuerdan en que de los testimonios manifestados en la vista se deducen lo que denominan "datos periféricos", es decir, cosas que contó la víctima que consideran que son ciertas y que confirmarían que J. L. P. también es culpable de los abusos. El joven describió perfectamente la casa del acusado, con detalles e incluso dibujó un croquis que demuestra que conoce la vivienda perfectamente. Los acusados no pudieron justificar por qué conocía la víctima la casa con tanto detalle sin haber estado en ella. El joven también demostró que conocía los hábitos de vida de ambos acusados.

Según el abogado de la familia, en la vista se evidenciaron además "múltiples contradicciones" de los testigos propuestos por los acusados. Por el contrario, la víctima "en todo momento fue coherente, creíble, describió perfectamente todos los detalles". En la segunda y última sesión de la vista contra J. L. P. celebrada esta mañana, la perito que trató al menor se ratificó en los informes iniciales.

El caso queda así visto para sentencia, con la acusación sobre J. L. P. de abusar sexualmente de un menor en compañía de otro adulto, Aniceto G. P., que ya fue condenado a seis años de cárcel por estos hechos. Lo poco que trascendió de lo ocurrido en la sala de vistas es que ambas partes se mantuvieron en las posturas iniciales con las que arrancó el juicio. El nuevo acusado sigue negando tajantemente cualquier tipo de encuentro de carácter sexual con el menor, mientras que el niño (hoy ya mayor de edad) ha ratificado las acusaciones de supuestos abusos que habría sufrido por parte del procesado.