No siempre el río Gafos, esa terrible asignatura pendiente de la ciudad de Pontevedra y sus dirigentes con el entorno natural, fue tan maltratado como en las últimas décadas, desde las cuales vive en las penumbras a su paso por Campolongo, en pleno centro. Ayer mismo, el historiador Calros Solla, Vaipolorío y la Asociación de Veciños de San José de Campolongo participaban en un acto con el que se reconocía una interesante y respetuosa propuesta del proyecto de urbanización de la zona que en los años 30 del siglo pasado presentaba el comandante de artillería Jose Bermúdez de Castro. En los bocetos y planos, el militar trabajó sobre un anteproyecto del barrio de Campolongo y la ampliación del tranvía urbano que destacaba la belleza del río y apostaba por crear a su alrededor un parque para el disfrute de toda la ciudadanía. Un pensamiento, teniendo en cuenta la época, muy avanzado para su tiempo.

Familiares del comandante de artillería José Bermúdez de Castro se trasladaron ayer desde A Coruña, donde viven varios de ellos, hasta Pontevedra para asistir al acto de colocación de un panel en el que se reconoce la propuesta que el militar hizo en 1933 relativa a la urbanización de Campolongo. Por la cabeza de su artífice en ningún momento se le pasó tapiar el río, como así ocurriría décadas después, una triste situación que se mantiene en nuestros días. Por el contrario, tal y como explica Calros Solla, el militar da un gran protagonismo a un parque hecho por la misma naturaleza que se podría complementar con la construcción de algún pequeño puente para unir las isletas del río. Asimismo, el anteproyecto incluye el respeto de los cinco molinos típicos que existen en esa zona. Este parque tendría una extensión que llegaría desde la calle Tablada a la actual Avenida de Vigo con una longitud de unos 600 metros y una anchura de 100.

"Investigando durante a elaboración do libro O Río da Memoria, sobre o Gafos, din cun artigo do xa desaparecido Progreso: Diario Independiente, do 9 de febreiro de 1933, no que se explicaba o proxecto de Bermúdez de Castro. Era algo que non se coñecía e que merece a pena que se saiba", dijo ayer en Campolongo Solla, que disertó sobre el trabajo del militar durante la colocación del cartel, un evento en el que también estuvieron familiares de Bermúdez de Castro. Uno de ellos fue su hijo Fernando, uno de los once que el militar tuvo en su matrimonio. También asistieron dos nietos, Roberto Bermúdez de Castro y García de Padín, que vive actualmente en Pontevedra, y Víctoria Codesal Bermúdez de Castro, así como familia política.

Este anteproyecto, que incluiría la ampliación del tranvía urbano, habría gustado tanto en su momento a los vecinos de Campolongo, que todos ellos no dudaron en ceder sus terrenos gratuitamente para que se llevase a cabo un parque que iba a ser disfrutado por grandes y mayores. El coste de las obras sería de unas 80.000 pesetas.

"Entre estas calles reseñadas, queda la zona del río Tomeza que tiene lugares de una belleza insuperable y es la parte que se dedica a parque, un parque hecho por la misma naturaleza y que con pequeños trabajos, como serían la construcción de algún pequeño puente para unir las isletas del río, limpieza de maleza, arbolado y algún banco rústico, respetando los mismos molinos típicos que existen, se convertiría en un precioso parque, que pocas poblaciones pudieran mostrar igual por su hermosura insuperable", se relata en el artículo consultado por Calros Solla.

Bermúdez de Castro tenía en mente la ampliación de la línea del tranvía por la avenida de Campolongo para continuarla en circunvalación por la carretera de Vigo.

"Pontevedra se transformaría completamente, pues no solo esa gran barriada sería una cosa modernísima y admirablemente orientada, sino que la ciudad adquiriría nueva vida que le llevaría la gran arteria de la línea de la circunvalación del tranvía", continúa el artículo de prensa. El anteproyecto era ideado meses antes de que se construyese en Campolongo el cuartel militar.

"Pensarán algunos que todo esto es un sueño irrealizable, pero no lo es", destacaba el periodista. Y a esa nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue alude en "O Río da Memoria. Cartafol do río dos Gafos (1745-1970)" el propio Calros Solla, que reconoce que la forma de pensar de Bermúdez de Castro, teniendo en cuenta esta particular forma de desarrollo sostenible, ya era muy avanzada para la época. "Era un proxecto moi avanzado, vixente, perfectamente factible", pero que finalmente no se puso en marcha.