El compostero comunitario situado en el Parque de O Espiñeiro, en Portonovo, concluye la semana con una media de aportaciones de orgánico que ronda la decena. Carlos Silva, maestro compostero de la Diputación encargado de la supervisión de este proyecto, asegura que el porcentaje es bueno. "Estas cousas van lentas pero seguras". Se refiere Carlos Silva a que el trabajo realizado antes de la entrada en funcionamiento del compostero ha servido para que los vecinos tengan claro qué materiales tienen cabida en este recipiente. "Chega todo perfectamente seleccionado, o cal é moi positivo", asegura.

Coral González-Haba, concejala de Medio Ambiente, atribuye este nivel de concienciación a las charlas previas que ha realizado este departamento tratando de conseguir la mayor implicación social posible con esta iniciativa.

Durante toda la semana el maestro compostero ha estado toda la mañana en O Espiñeiro, resolviendo todo tipo de dudas sobre su funcionamiento. Muchos vecinos se han acercado movidos por la curiosidad acerca de los pasos que debe dar este proceso que convierte lo orgánico en compost. "Un veciño veu preguntar si os osos se podían botar. En xeral teñen moi claro como vai funcionar esto, pero xurden pequenas dúbidas e achénganse ata aquí para comentar".

Los huesos no tienen cabida en el compostero, pero sí todo tipo de semillas, como las pepitas de aguacate o de mango. Y es que las altas temperaturas que alcanzan los residuos en el proceso de fermentación las inutilizan para hacer brotar nuevas plantas, en el caso por ejemplo de las semillas de pimiento, cuando ese compost se mezcle con la tierra. Los huesos de fruta de mayores dimensiones ya no pasarían el proceso de criba al que serán sometido el compostaje en su fase final.

Muchos de los que se acercaron al compostero esta semana se han sorprendido del agradable olor que desprende una vez que se levanta la tapa. Y es que Carlos Silva se encarga de esparcir hojas de eucalipto sobre los restos orgánicos, que con la humedad y el calor del proceso aromatiza todo el recipiente.

El maestro compostero se muestra confiado en que poco a poco se irán sumando vecinos a esta propuesta alternativa de tratamiento de los residuos orgánicos. "Hai unha señora que ven desde Caneliñas a traer os seus restos; e xa veu cunha amiga para explicarlle como hai que facelo e animándoa a sumarse a este proxecto. O boca a boca é a mellor promoción que pode ter esta iniciativa", insiste Carlos Silva.

A partir del lunes, el maestro compostero continuará con el seguimiento en Portonovo. Todos los días, sobre las 10 de la mañana, se acercará para comprobar que todo está en orden.