Los empresarios de la madera no tienen dudas: la industria forestal puede duplicar su contribución a la economía de Galicia, pero para alcanzarlo es clave que la silvicultura actual apueste por ser más competitiva. Esto implica, señala Elier Ojea, mejorar la productividad de las masas arboladas, profundizar en la creación de modelos de gestión agrupada e invertir en el monte.

Esta es la principal conclusión que se desprende del informe "El Futuro de la industria forestal gallega" en el que se analizan las capacidades del sector forestal. Confemadera recuerda que "en este caso, el análisis de los datos pone de manifiesto que el sector forestal precisa de una planificación estratégica a lago plazo, sustentada en dos pilares: una política de inversiones estable y un marco legal propio (los profesionales insisten en la importancia de poner en marcha una ley de montes gallega en respuesta a las especificidades del territorio) que incentive y ordene la actividad en el monte".