El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, visitó ayer el Templo Viejo, también conocida como Santa María del Puerto, una iglesia en la que, según explicó, se impulsarán mejoras y actuaciones de puesta en valor de manera "inmediata". Asimismo, la Consellería se interesó por el estado del retablo de Ánimas de este templo, de cara a poder plantear en el futuro una restauración de su estructura, policromía y tallas.

Este templo es un inmueble incluido en el Inventario Xeral do Patrimonio Cultural de Galicia por lo que, con la entrada en vigor de la nueva Lei de Patrimonio Cultural de Galicia, pasará a formar parte del Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia. Para Román Rodríguez "queda patente la importancia de este monumento, con el que queremos comprometernos para garantizar su conservación en las mejores condiciones de cara al futuro". Esta modificación simplifica para la ciudadanía y las administraciones la categorización de los bienes del patrimonio, al tiempo que garantiza la protección más adecuada para los mosmos.

En cualquier caso el conselleiro señaló que no se trata de actuaciones de urgencia, dado que en este momento la Iglesia Vieja está en un aceptable estado de conservación. "La labor de la consellería es analizar las necesidades del patrimonio cultural gallego, como estamos haciendo en este caso, de cara a priorizar actuaciones a medida que las dispoñibilidades de presupuesto nos lo permitan", afirmó Román Rodríguez.

De estilo barroco, el Templo Viejo data del siglo XVIII y fue mandado construír por el Priorato de Oseira. Desde su edificación hasta hoy la iglesia fue sometida a diversas ampliaciones hasta la finalización definitiva con la construción de la actual fachada y campanario. En su interior alberga seis retablos, de estilos barroco y neoclásico.

Santo Tomé de Piñeiro

Por otra parte, el conselleiro alabó la labor de los vecinos y la parroquia, promotores de la restauración del retablo de la iglesia de Santo Tomé de Piñeiro, del siglo XII.

Durante la primera fase de restauración del retablo se descubrió, detrás del mismo, una pintura mural en la ábsida de la iglesia. Dado el interés del valor cultural de la pintura, la parroquia propuso adelantar el retablo unos centímetros de forma que fuese posible conservar las pinturas y de alguna forma verlas, en su posición original. Según explicó el conselleiro, este hallazgo supone un incremento del custe de la obra respecto del previsto originalmente, hasta cerca de los 50.000 euros, por lo que la consellería va a colaborar en estas mejoras, con el fin de que la labor desinteresada de la parroquia pueda ver finalizado este año y que los vecinos y visitantes puedan gozar del esplendor de esta pieza.