En una sencilla pero a la vez emotiva ceremonia, la base Gabriel de Castilla en la Antártida izó la bandera española, pero también la marca de la "primera peregrinación" jacobea a esas tierras australes. El jefe de la base, el comandante destinado en la Brilat Alberto Salas, recibió la bandera de manos del comandante del buque de Investigación Oceanográfica Hespérides, capitán de Fragata Julio Albadalejo. Y con ella se entregó el banderín de la I Peregrinación de la Antártida a Santiago de Compostela. Del mismo modo, se descubrió la señal jacobea en el tótem de la base. Al acto asistieron los militares y científicos que componen esta campaña, la dotación del buque, así como personal científico y miembros de la Unidad de Tecnología Marina del buque.

El banderín había sido entregado en Cartagena al comandante del Hespérides por la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, para su custodia hasta su entrega formal al jefe de la base, ya en Isla Decepción; la idea es que permanezca allí durante el tiempo que esté abierta la base. También se aportó una señal jacobea, que permanecerá en el tótem de la base de modo indefinido, como testigo mudo de que la Gabriel de Castilla es el inicio del Camino Compostelano Antártico. De hecho, en la base hay un sello jacobeo y las correspondientes compostelanas que los peregrinos antárticos (o "pingüirinos"), deseen sellar al iniciar su camino.

El comandante Salas se mostró muy satisfecho por esta coincidencia: "La dotación de la campaña se siente afortunada por ser los privilegiados que, de forma casual y fortuita, tomamos parte en un hecho histórico de esta dimensión que trasciende las fronteras y los pueblos".