Acumula años de abandono y desde enero de 2011, hace casi un lustro, es una de las imágenes que más afea el casco viejo, en plena calle César Boente. Se trata del Pazo Mariño de Lobeira, en el número 6 de esa calle, que ayer recibió por fin la declaración de ruina por parte de la Comisión Territorial de Patrimonio, que abre la puerta a su deseada rehabilitación, una vieja demanda de los vecinos de la zona, toda vez que el inmueble, del siglo XVI, permanece desde enero de 211 vallado y cayéndose a cachos, desde que un temporal provocó el desplome de parte de su interior.

Sin embargo, esa declaración es "condicionada", según indicó el concejal de Patrimonio Histórico, Luis Bará, a la salida de la reunión. Y es que ese acuerdo está supeditado a que los propietarios presentan en el plazo de seis meses los proyectos de demolición y consolidación de las estructuras, así como otro de reedificación, todos ellos ajustados al Peprica, el plan urbanístico del casco viejo.

El acuerdo, además, deja abierta la demolición parcial del inmueble, según añadió Bará, que recuerda que esta declaración de ruina, que facilita las vías para afrontar la rehabilitación, es una demanda tanto de la propiedad como de los vecinos y del propio Concello, "que tiene en la recuperación de su patrimonio uno de sus ejes de actuación". Además, el concejal recuerda que el grave y creciente deterioro del inmueble supone un riesgo para la seguridad y un foco de insalubridad.

El asunto fue, curiosamente, objeto de una pregunta por parte de Marea en el pleno municipal del pasado lunes, justo un día antes de la comisión de Patrimonio de ayer. Los concejales de la oposición se interesaban por las previsiones de recuperar un inmueble que fue objeto de varios desprendimientos en el años 2011, por lo que el servicio municipal de Disciplina Urbanística ordenó el desmontaje parcial de la cubierta y la instalación de una valla que actualmente está muy deteriorada. Estas medidas, en todo caso, no impidieron la constante presencia de okupas, con varios incendios incluidos, lo que aceleró su deterioro.

El Pazo Mariño de Lobeira es una construcción del siglo XVI en la que se apunta que murió Tristán de Montenegro. Tiene cierto aspecto defensivo y está considerado como una de las piezas más importantes de la trama urbana de Pontevedra como transición entre espacios y como cierre de la plaza da Pedreira.

Por otra parte, la comisión territorial de Patrimonio también atendió una petición del sindicato UGT para derribar una edificación existente en el patio interior del edificio sindical de la calle Pasantería, si bien con la condición de que se asuma el mantenimiento del jardín y la palmera existente. El secretario comarcal de UGT, Ramón Vidal, explicó ayer que el inmueble, básicamente de ladrillo, fue en su día la vivienda del portero de la finca. "Pedimos permiso para rehabilitarlo, para reparar sus desperfectos y para restaurarlo pero siempre nos lo negaron alegando que no figuraba en el Peprica, al parecer por un error".

"Ante la situación de deterioro y riesgo de desplome, solo nos quedaba ahora la opción de la demolición ya que el inmueble es irrecuperable", concluye Vidal.