Hasta el próximo día 30 los interesados pueden votar en Bosques sin fronteras para que la Metasequoia del Pazo de Lourizán sea declarada Árbol Europeo del Año 2016. Compite con otros 6 candidatos españoles y tras su elección como finalista serán los ciudadanos quienes decidan finalmente cual será el ejemplar ganador.

El Centro de Investigación de Lourizán, en cuyo arboreto vive la Metasequoia glyptostrobioides, recuerda que se trata de una especie forestal considerada extinta. "Tras su identificación en 1941 en material fósil, se redescubrió un ejemplar vivo en 1943 en Moudao-Lichuan-Hubei, en China".

El primer material para la identificación se obtuvo cuando la provincia de Hubei era en ese momento escenario de la Segunda Guerra chino-japonesa. En 1946, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, se reanuda la guerra civil en China.

Es en este contexto cuando Hsen-Hen Hu, considerado el fundador de la taxonomía botánica en China, identificó la especie. A partir de ahí, "la primera recolección de semilla", añaden las mismas fuentes, "de tan solo 2 kilogramos, se realiza en otoño de 1947".

Las semillas fueron distribuidas entre los principales botánicos europeos y americanps y solo pudieron realizarse otras dos expediciones para buscarlas ya que China prohibió el acceso a la región de los extranjeros durante los siguientes 30 años.

En esas primeras recolecciones de finales de los años cuarenta se obtuvo la semilla del ejemplar de Lourizán, plantado en 1951 y único en España con el que es propiedad de la familia Botín y que se encuentra en Puente de San Miguel en Torrelavega, Cantabria, desde 1956.

Los portavoces del centro de investigación inciden en que "este árbol simboliza el esfuerzo" de un grupo de botánicos para garantizar la conservación de la especie. Lo lograron repartiendo semillas para que diesen lugar a grandes ejemplares (el de Pontevedra tiene 35 metros de altura y 2,6 de ancho, ya que presenta la copa cónica y estrecha y el porte esbelto típico de la especie) fuera de Asia.

En 2016, cuando se cumplen 70 años de la "vuelta a la vida" de una especie, el Centro de Investigación de Lourizán pide votos para la única Metasequoia que puede visitarse en España en un parque público. Precisamente otoño brinda la oportunidad de contemplar al ejemplar con su singular copa de color ocre característica de la estación.