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Talento maragato para promover la industria local

Emprendedores oriundos de Astorga colaboraron en Fabril Gallega de Jabones

Jabón de sales de aguas de San Justo que se elaboraba en la fábrica de Mollabao.

Juanes Carrasco era el encargado de enviar el agua en bidones a Pontevedra. Por aquel entonces el balneario, de titularidad municipal, era gestionado por la familia Anradare, que a mediados del pasado siglo acabaría por emigrar a Latinoamérica, y el grueso de los transportes, al menos por la empinada ribera del Lérez en San Xusto, se realizaba en carros tirados por bueyes.

La muerte de Manuel Prieto Salvadores en 1944 supuso un importante giro en el devenir de la fábrica de jabones. Para entonces la única hija de la familia estaba más centrada en los intereses empresariales en la pesca y dejó de lado Fabril Gallega de Jabones que, por otra parte, tampoco era el único proyecto empresarial que el químico Juan Uguarte había desarrollado para su suegro.

Setenta años después un grupo de empresarios de la comarca, en colaboración con Amigos do San Xusto, trabajan ya con un anteproyecto de I+D+I ligado a las aguas mineromedicinales de San Xusto. A ello se suma el proyecto de recuperación patrimonial, etnográfica y paisajística de los baños, cuya redacción fue aprobada el pasado mes de abril por la Consellería de Medio Ambiente.

La arquitecta y profesora de la Universidade da Coruña Cristina Fraga Fontán será la encargada de redactar este proyecto cuyo objetivo es poner en valor el balneario de San Xusto, las bañeras próximas, las fuentes de agua, cuatro molinos, el puente romano, medieval y la senda de Fentáns, entre otros caminos históricos.

En la zona hasta mediados del siglo XVIII solo existían unas charlas pegadas al río. Posteriormente se elaboraron bañeras de piedra que se inundaban en épocas de lluvias. Es en el año 1915 cuando el Concello puso en marcha el balneario, que consistía en una bañera de piedra y una caseta en al que se calentaba el agua.

"Acudía gente de toda la comarca" explican los expertos en recursos termales de Galicia Tomás Ares Güimil y María Xesús Vila González, "dormían en las palleiras de las casas de aldeas más próximas, llegando a tener hasta 40 y 60 usuarios en algunas temporadas".

Los más adinerados se permitían pagar, añaden, "para que les trajesen el agua en baldes hasta alguna casa".

Hoy se conservan dos bañeras al aire libre de un balneario que funcionó con regularidad hasta 1934.

Los emprendedores que impulsan el anteproyecto I+D+I buscan recuperar estos aprovechamientos y señalan que "maravillas como el Jabón de sales de aguas de San Justo existieron, no son una invención, así que nosotros, que somos una comunidad de utópicos acostumbrados a desafiar lo imposible y pensando y trabajando por amor al arte, ponemos en marcha esa iniciativa para que en un futuro no lejano podamos poner en valor esta fuente de riqueza y bienestar que son las aguas mineromedicinales do San Xusto". Concluyen recordando que "hay que enterrar para siempre el tópico de que Galicia es un país rico de gente pobre".

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