El juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra acaba de condenar a dos empresarios de la ría de Arousa, Manuel Abal Camiña y Ramón Hermo Bermúdez, como autores de un delito continuado de falsedad en documento mercantil. A Manuel Abal también se le condena como autor de un delito contra la Hacienda Pública, dado que habría utilizado unas facturas elaboradas por el segundo por unas obras que no realizó su empresa, sino otras, para defraudar al fisco unos 394.000 en devoluciones correspondientes al impuesto del IVA.

La sentencia se dicta tras alcanzar los acusados una conformidad con el Ministerio Público y después de que ambos hubieran colaborado con la Justicia tanto para resolver este asunto como para devolver la cantidad que resultó defraudada a Hacienda en el caso de Manuel Abal. Esto permitió que las penas de prisión que aceptaron fuesen mínimas.

Así, el meañés Manuel Abal Camiña asumió una condena de seis meses de prisión y una multa de 256.542 euros por el delito contra la Hacienda Pública, además de 5 meses y 8 días de prisión por el de falsedad documental, así como una multa por este mismo tiempo a razón de tres euros día. La sentencia ya establece que se suspende la ejecución de las penas de prisión con el pago de la multa de 3.136 euros.

Según se recoge en el fallo, el acusado fue devolviendo durante la fase de instrucción la práctica totalidad de los 394.000 euros que obtuvo indebidamente como devolución del impuesto del IVA, quedando a la fecha en la que se dictó la sentencia (el pasado 2 de julio) solo 84.000 euros pendientes de devolver. Además, se le conceden 24 anualidades para abonar la sanción de 256.000 euros. Queda inhabilitado para la obtención de subvenciones públicas o beneficios fiscales por un periodo de año y medio.

Por otra parte, al empresario Ramón Hermo Bermúdez (muy conocido en la comarca de O Barbanza por haber sido hace años presidente del equipo de fútbol del Boiro) se le impone una pena de cinco meses y ocho días de prisión por el delito de falsedad documental al no constar que tuviera conocimiento de que el otro acusado iba a utilizar las facturas que él elaboró para deducir el IVA de forma fraudulenta. El fallo también establece que la pena será suspendida con el pago de una multa de 1.456 euros.

Según la sentencia, Ramón Hermo, entonces administrador de la empresa Galifar, elaboró una serie de facturas con el membrete de esta firma por unas obras que efectivamente se realizaron para la empresa de Cambados de Manuel Abal, Bateamar S. L., pero que no las ejecutó Galifar, sino terceras empresas. Unas facturas que luego Manuel Abal utilizó para la deducción del IVA de manera incorrecta y obtener así estas devoluciones por parte de la Agencia Tributaria.