El propósito de Ence de "convencer" a quienes rechazan su continuidad en Lourizán tendrá en el proyecto de integración paisajística una de sus principales bazas. Es al menos lo que cree la dirección de la empresa, que ha decidido "tirarse a la piscina", en palabras de Ignacio de Colmenares, y acometer el plan incluso sin garantías de que la fábrica pueda seguir en su actual emplazamiento. Las fechas que se manejan para el comienzo, desarrollo y finalización de la materialización del diseño se sitúan en el segundo semestre del año.

De Colmenares dejó entrever que esta era la principal apuesta de la compañía para tratar de captar más respaldo en la ciudadanía. "A veces hay que tirarse a la piscina, aunque no haya agua", relató en relación al esfuerzo económico que se realizará sin garantías legales de su permanencia. "Tenemos que ganárnoslo", amplió sobre ese deseo de incrementar apoyos entre la opinión pública pontevedresa. Concretó que este proyecto supondrá "después del verano" el arranque de una inversión de unos 5 millones de euros que se completaría "en cuatro, cinco o seis meses".

El primer paso sería la solicitud de la correspondiente licencia de obras. Colmenares se mostró también convencido de que no debería haber contratiempos administrativos en este trámite independientemente de que el Concello sea parte a la hora de autorizar estas tareas.

Este proyecto arquitectónico fue seleccionado hace dos años a través de un concurso de ideas. Un vallado de troncos que rodea todo el perímetro de la factoría, espacios intermedios con vegetación (eucaliptos, pinos gallegos, carballos, xestas o saucos) y las naves de calderas también recubiertas de rollos de madera son las claves de "Materia Propia", firmado por los arquitectos valencianos Marta Ors y Carlos Trullenque,

La obra incluiría, por ejemplo, la reordenación de los espacios urbanizados para liberar el frente de la ría en un ancho de 20 metros. El objetivo es formar espacios vegetales que sirvan de "colchón" visual y acústico a la plaza.

Depuradora

Las inversiones que fueron anunciadas en esta última junta de accionistas también incluyen otros proyectos con los que la empresa aspira a mejorar su imagen y el cuidado al medio. Una de ellas es la construcción de una depuradora para la que la firma lleva "trabajando más de un año con expertos de referencia". El objetivo es poner en marcha un "circuito cerrado" con el que se minimizarían tanto las captaciones como vertidos al Lérez y la ría. El agua se "reaprovechará" mediante este sistema. También se precisó que las balsas de lodos serán vaciadas y selladas.