El regreso a los beneficios experimentado por las cuentas de Ence centró el discurso económico que tanto presidente como vicepresidente ofrecieron a los accionistas. Ambos remacharon que esa vuelta a los números positivos se produce "con un año de antelación" y pese a los efectos de la "maldita" reforma eléctrica -como la tildó Colmenares- aprobada por el Gobierno central.

El cambio energético que autorizó el Ejecutivo de Rajoy en 2013 fue objeto de diversas alusiones negativas a lo largo del encuentro. Juan Luis Arregui dijo que supuso un "duro castigo" para la compañía, pero también destacó que las medidas introducidas a lo largo del pasado año, entre ellas el cierre realizado en Huelva, permitió que los beneficios hayan llegado "antes de los previsto", recalcó el presidente.

Este adelanto ha repercutido directamente sobre los dueños de las participaciones de la empresa, que percibirán un dividendo de 10 céntimos de euro por acción. El vicepresidente, además, avanzó que para el presente año la compañía "superará este mismo año el beneficio que tenía antes de la reforma eléctrica".

Por otra parte, también se aludió a la proyectada rebaja de costes de producción de la pasta de celulosa en la fábrica de Pontevedra. Los responsables de la empresa achacaron de nuevo a la reforma eléctrica el aumento del coste por tonelada. Apuntaron que en Pontevedra subió hasta los 400 euros, pero se mostró el convencimiento de que se pueda rebajar de nuevo hasta los 350 euros, más o menos lo que cuesta producirla en la fábrica de Navia. En la clausurada de Huelva el coste se disparaba por encima de los 500 euros.

Reparto de dividendos

Ence dio el visto bueno en esta junta de accionistas al reparto de un dividendo bruto de 0,1 euros brutos por acción, lo que representa una rentabilidad para el accionista del 3 por ciento sobre la cotización de la empresa el día de la comunicación de la propuesta. El presidente de la compañía vinculó este hecho a los cambios introducidos el pasado ejercicio, cuando Ence acometió "una profunda reestructuración".

En 2015, la compañía concentrará sus esfuerzos en la reducción de costes y la mejora de su competitividad. El directivo destacó que las medidas adoptadas proporcionarán un aumento del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 77 millones de euros y una reducción de los costes de producción cercana a los 40 euros por tonelada. Además, la subida en los precios internacionales de la celulosa y la apreciación del dólar frente al euro contribuyen a impulsar los resultados de Ence de este año.

"Por cada cinco céntimos de apreciación de la divisa americana, nuestros ingresos por ventas se ven incrementados en más de 15 millones de euros", señaló Colmenares. Otro factor que está contribuyendo a la rápida recuperación de Ence son los precios de la celulosa, que experimentan una progresiva mejora desde los 734 dólares por tonelada del último trimestre de 2014 hasta 770 dólares en la actualidad.

Biomasa

El vicepresidente se refirió también a los planes de crecimiento en los negocios de energía renovable con biomasa y de producción de celulosa. En el primero de los casos, Ence anunció que apoyará su crecimiento en proyectos "dirigidos a mercados con precios de venta de energía altos, mercados que requieran energía de base renovable y sostenible, entre los que los sistemas insulares constituyen un magnífico objetivo, y, por supuesto, con riesgo regulatorio mínimo".

Con respecto al crecimiento "orgánico" en el negocio de celulosa, el consejero delegado se refirió a los planes de Ence para incrementar su capacidad de producción de celulosa en 40.000 en el Centro de Operaciones de Ence en Navia (Asturias). La compañía también contempla aumentar la capacidad de su fábrica de Pontevedra y una continuidad que, según Colmenares, "empieza a despejarse".