Más inspecciones para evitar el fraude

Durante este segundo año de funcionamiento regulado de los furanchos, el departamento de Antón Louro se ha propuesto incrementar los controles de los establecimientos abiertos con el fin de evitar el fraude. Curiosamente, empresarios hosteleros se quejan de la supuesta "competencia desleal" de los loureiros y estos denuncian, a su vez, que existen cosecheros que venden su vino sin autorización. Se estima que podría haber entre cuatro y cinco casos de este tipo. De hecho, la Policía Local ya llevó a cabo hace unos días una primera inspección y se apunta que podría haberse incoado un expediente sancionador. Al margen de la autorización municipal, el registro y la póliza de seguros, son necesarios otros requisitos como informes sanitarios y carné de manipulador de alimentos.

Los incumplimientos en estas normas pueden acarrear sanciones económicas. El Concello apunta a una media de 600 euros por multa, si bien el decreto de la Xunta establece un amplio abanico que va de los 300 euros hasta el cierre del establecimiento, entre otros.

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