El gobierno local interpreta la fusión de las cámaras como un "intento de sobrevivir"

Sostiene que "haremos todo lo posible" por mantener la sede en la capital"

Pleno de la cámara del pasado miércoles. // Rafa Vázquez

Pleno de la cámara del pasado miércoles. // Rafa Vázquez

Redacción | Pontevedra

La fusión de las Cámaras de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía, aprobada por sus respectivos plenos el pasado miércoles y suscrito ayer en Santiago ante el conselleiro de Industria, es el reflejo de la "sentencia de muerte" que supuso para estas entidades la ley de 2010 que anuló la adscripción obligatoria y se interpreta desde el gobierno local como un "intento de sobrevivir", en especial en el caso de la de Pontevedra, que al margen de sus penurias económicas, se ve inmersa desde hace años en unas "complicaciones y guerras internas" con "múltiples" procesos judiciales. Así lo detalló ayer el concejal César Mosquera, en el que delegó el alcalde, Miguel Fernández Lores, en el papel de valorar el reciente pacto entre las tres entidades.

Desde la entidad pontevedresa se comparte que la única razón es "garantizar el futuro de las cámaras" pero se asegura que "en absoluto influye la situación judicial en la que se ve salpicada la Cámara", con tres causas penales bajo investigación en los juzgados de Pontevedra, según su presidente Eduardo Barros, que añade que "la Cámara no es la que está sub iudice, sino que se trata de cuestiones individuales que afectan a personas concretas y no a la institución" . "La justicia debe tomar sus decisiones cuanto antes con respecto a estas causas, pero sean cuales sean, la institución va a quedar al margen", agregó.

Sede

Mosquera apuntó ayer que "hace diez años difícilmente se podría plantear una fusión de este tipo, pero ahora es la única salida, ya que su función está reducida al mínimo y corren el peligro de desaparecer". Aunque por el momento no están resueltos los detalles de esta fusión, el gobierno local confía en que Pontevedra se mantenga como sede de la nueva agrupación. De hecho, el presidente de la Cámara pontevedresa, Eduardo Barros, apuntó el miércoles que "habrá tres sedes", si bien otras fuentes señalan que la central estaría en Vigo. "Nosotros haremos todo lo posible para que la capital mantenga su estatus", añadió Mosquera, si bien sí reprochó a Barros que no se hubiera informado al alcalde de un asunto que "se ha llevado con discreción". Hace unos días, el propio Barros criticaba, sin citarlo, al alcalde diciendo que "en política no se defiende claramente lo que los empresarios queremos".

Desde el PSOE, Agustín Fernández, destacó los beneficios que puede suponer esta "unión de esfuerzos" frente a la "costumbre de la dispersión", si bien no oculta sus dudas sobre el valor real de las cámaras después de episodios como el de Ferrol, donde se acordó su disolución. A su juicio, las propias asociaciones de empresarios ya pueden cumplir su labor.

Por su parte, el portavoz del PP, Jacobo Moreira, es el que se muestra más optimista con este proyecto, ya que parece auspiciarlo la Xunta, y señala con la fusión "se garantiza su futuro". Moreira resta importancia a que la sede central se pretenda instaurar en Vigo en lugar de en Pontevedra. "Lo importante es que mantenga sus servicios y atraiga inversiones de exterior" y sea "el brazo empresarial" del ayuntamiento. De este modo, el candidato del PP recupera el mensaje que ya lanzó hace unos días cuando se reunió con Eduardo Barros, un encuentro que sirvió al aún presidente cameral para criticar abiertamente al actual gobierno local y defender la continuidad de Ence.

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