Los comuneros de San Xulián, en Marín, eligieron finalmente ayer a una nueva directiva en una tensa asamblea plagada de discusiones y tachada de "ilegal" por buena parte de los asistentes, que de hecho estudian impugnarla y que no tuvieron oportunidad de votar al haber sido excluidos del censo. Éste se redujo desde los 568 comuneros contabilizados en 2013 a los 271 que figuran actualmente como copropietarios del monte de San Xulián. Entre los 297 excluidos del padrón, tres de los integrantes de la candidatura encabezada por Gonzalo Macenlle Novegil, que se enfrentaba a la liderada por el hasta ayer presidente en funciones, Manuel Estévez Quintela.

El propio Manuel Estévez se proclamó finalmente ganador al recibir 91 votos frente a los 52 que obtuvo la candidatura de Gonzalo Macenlle. Otros ocho comuneros votaron en blanco y en dos casos el voto fue nulo. En total, 153 vecinos de la parroquia marinense pudieron participar en las elecciones, que tuvieron lugar en la sede de la comunidad de montes, mientras que varias decenas más permanecieron en sus asientos sin votar.

Discusiones

Gonzalo Macenlle tomó la palabra en la presentación de la votación para denunciar que "esto no es normal, quiero decir que se borraron comuneros de la parroquia", unas palabras que fueron recibidas con aplausos por una parte del público, "hay que abrir el censo, lo que es ilegal es borrar comuneros, los tiene que borrar la asamblea pero la ley dice que hay que comunicárselo, si se han producido tres faltas hay que comunicárselo y en la siguiente asamblea se decide si salen del censo o no".

En ese momento el ahora nuevo presidente tomó la palabra para intentar explicar que "la gente a la que se echó fue gente que no venía a las asambleas" y los estatutos de la comunidad establecen que a las tres faltas a reuniones puede expulsarse a un comunero, un extremo que no llegó a detallar porque fue interrumpido por el público. "Se va a votar y punto", zanjó entre gritos de "no, no". Con todo, la votación se realizó finalmente. Tras 55 minutos, se inició el recuento, no sin una nueva ronda de protestas: "faltamos 300", gritaron en distintas ocasiones desde el público.

Tras el cómputo de los votos y cuando el presidente de la mesa anunció a Manuel Estévez como nuevo presidente parte del público reiteró su negativa a aceptar los resultados. "No es presidente, no es nadie", "No sirve", "Esto es ilegal", criticaron.