"El premio es una gran satisfacción", explica el ingeniero agrónomo y profesor de Micología en la Escuela de Experimentación y Capacitación Agroforestal de Lourizán Jaime Bernardo Blanco Dios (Pontevedra, 1967), "y sobre todo lo agradezco a los colectivos que me presentaron, que me prestaron su apoyo y al jurado que lo concedió".
-¿Se esperaba el galardón?
-Por un lado si y por otro era consciente de que la competencia era dura e importante.
-¿Cómo surgió su afición por las setas?
-Fue de casualidad, se remonta al año 1981 cuando me puse en contacto con la antigua Asociación Antonio Odriozola y desde ese momento siempre estuve vinculado al mundo de las setas, primero desde un punto de vista de la divulgación y posteriormente ya a nivel científico en la medida que pude.
-¿Conoció personalmente a Odriozola? ¿Influyó en su vocación?
-Lo conocí, si, pero realmente mi interés por las setas ya venía de un poco antes, pero fue una de las personas con las que siempre aprendes cosas nuevas, por supuesto.
-¿Cuántas setas ha descubierto hasta el momento?
-Hasta el momento he publicado 25 pero en breve serán más, ahora mismo tengo para 38, es decir, que he descubierto 13 setas más que aún no he divulgado, todavía las estoy estudiando y eso puede tardar más o menos tiempo, primero tengo que acabar esos estudios y después, claro está, que me los publiquen.
-¿Están muy descritas las setas europeas o nos queda un amplio porcentaje por conocer?
-Desconocemos en bastante medida lo que tenemos en este campo, si realmente hubiese más gente que se dedicase a esto avanzaríamos bastante y habría más setas que describiría nuevas setas como estoy haciendo yo, porque hay muchas, muchas especies que todavía no conocemos.
-¿Qué siente al descubrir una nueva especie?
-Siempre sientes una alegría, una gran satisfacción, pero sobre todo la mayor fue la primera vez, fue la que me hizo más ilusión, me sentí un explorador, pero con el tiempo lo que percibes es que tienes esa habilidad y el encontrar nuevas setas es la culminación de lo que podría pasar, yo estaba seguro de que tarde o temprano llegaría a descubrir alguna seta y al final van saliendo no solo una sino algunas más.
-¿Cuándo fue esa primera vez?
-La primera que describí tardé en publicarla, fue en el año 2001, hasta que no empezó este siglo no publiqué ninguna especie nueva, con anterioridad publicaba artículos pero eran trabajos, como sigo haciendo ahora, sobre listados de especies que son nuevas para Pontevedra, para Galicia o España pero no había llegado a dar ese paso de descubrir esa nueva especie.
-¿Qué es lo que más le atrae de la micología?
-Me atrae su doble vertiente, tanto la científica que es una labor bastante solitaria y podríamos decir que sacrificada hasta que llegas a los resultados y también la vertiente divulgadora, porque soy de los que pienso que se necesita una transferencia de los conocimientos científicos para que la población tenga al menos conocimientos básicos sobre este tema que está tan de moda pero que sigue siendo muy desconocido.
-¿En Galicia casi todo está por hacer?
-Nos queda mucho por hacer efectivamente, desde las asociaciones hacemos lo que podemos pero realmente la administración tendría que involucrarse más y crear en Galicia un centro de referencia en micología donde se pueda desde hacer estudios a que la gente pueda acudir a él y asesorarse, una posibilidad que no hay. Realmente si no existiesen las asociaciones micológicas en Galicia pues este tema estaría todavía más flojo de lo que está, la labor de las asociaciones es fundamental en la divulgación y, por ejemplo, en evitar intoxicaciones.
