La Xunta destinó 22 millones a garantizar la independencia económica de mujeres maltratadas
El fiscal Pablo Varela abogó por la prevención para frenar la violencia de género entre menores
Redacción | Pontevedra
La secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella, reiteró ayer el compromiso de la administración en articular una respuesta global y coordinada a la violencia de género en cualquiera de sus modalidades y consecuencias a través de una asistencia integral a las mujeres víctimas y a las personas a su cargo.
Susana López Abella inauguró en Pontevedra las II Jornadas contra la Violencia de Género que organiza CSIF y que se centró en la incidencia de esta lacra en la juventud. La secretaria xeral destacó la necesidad de poner en conocimiento de las instancias judiciales y policiales la situación de maltrato lo antes posible, para a partir de ahí, activar los mecanismos de protección adecuados mediante las fuerzas y cuerpos de seguridad, servicios sanitarios y sociales, trabajadores sociales, personal de los CIM, de las casas de acogida, del Centro de Recuperación Integral, del Centro de Emergencias de Vigo, en definitiva una inmensa red de asociaciones y colectivos en defensa de los derechos de las mujeres.
La titular de Igualdad incidió en que terminar con esta lacra es para el gobierno gallego una prioridad y un deber de justicia con las víctimas y con toda la sociedad, y para eso tiene en marcha diversas medidas para ayudar como son las medidas de apoyo económico para posibilitarles la independencia económica del agresor y romper con la situación de violencia, de las que, entre los años 2006 y 2013, se beneficiaron cerca de 2.700 mujeres y se destinaron 22 millones de euros. También se articularon medidas de apoyo psicológico, a través de un convenio con el Colegio Oficial de Psicología de Galicia. Otro de los ponentes fue el fiscal de Menores de la Fiscalía de Pontevedra, Pablo Varela, quien explicó que si bien no hay estadísticas que permitan cuantificar la incidencia de la violencia de género entre los menores, se trata de un problema "que existe y preocupa" y en el que es fundamental el trabajo educativo y de prevención.
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