"Casi toda la gente cree que la historia es el resultado de grandes acciones políticas o personas que han sido importantes empresarios, literatos, artistas o científicos, pero también la hacen personas corrientes, humildes, que con hechos sencillos cambian la historia". Con esta premisa del filósofo argentino Ezequiel Ander, Marín reconocía ayer las trayectorias de sus vecinos olímpicos y los miembros del coro de cámara Thalassa. Agustín Rodríguez, Elisardo y Carlos de la Torre, José Manuel Crespo, José Manuel Abal y la coral fueron distinguidos con los premios "Facendo Historia", que impulsa el grupo de acción cultural "Xornadas-Reencontro coa Historia de Marín" y que celebraba su tercera edición.
La ceremonia, celebrada en la mañana de ayer en el salón de actos de la biblioteca municipal, congregó a medio centenar de vecinos, así como a diferentes miembros de la corporación y representantes de la sociedad marinense. El acto contó con la presencia del presidente de la Federación Galega de Atletismo, Isidoro Hornillos, y el miembro de la directiva de la Federación de Corales Gallegas, José López. Ambos reconocían la importancia de los valores que transmiten la música y el deporte a la sociedad y destacaban el carácter "humilde" de los homenajeados "que es una virtud que los hace más grandes", indicaba Hornillos.
Agustín Rodríguez fue distinguido por su participación en la Olimpiada de Moscú de 1980. Fue uno de los grandes hitos en la carrera del marinense, aunque se le recuerda por defender la portería del Real Madrid, sustituyendo en 1981 a Mariano García Remón y recibió el premio Zamora al guardameta menos goleado de la temporada 1982-83. También jugo en el Tenerife, siendo uno de los pilares del equipo que se clasificó por primera vez para una competición europea por primera vez en la historia del club. "Con las cualidades de esfuerzo y sacrificio le permitieron llegar arriba", llegando a ser un "orgullo marinense" en el ámbito del deporte, según resaltó el colaborador de FARO, Julio Santos Pena.
También se destacó la carrera en el mundo del piragüismo de José Manuel Crespo, que a los 16 años con dos años de competición fue tercero en el campeonato nacional. De esa forma empezaba una trayectoria que lo llevaría a participar en las Olimpiada de Atlanta en 1996 y en Sidney 2000, donde fue cuarto en las distancias de 1.000 y 500 C1.
Asimismo, se destacó la faceta deportiva de José Manuel Abal, que "supo sobreponerse a los problemas de movilidad de una pierna" destacando en múltiples disciplinas deportivas como el canoa, baloncesto sobre silla de ruedas o atletismo, "siendo uno de los pioneros paralímpicos del país", indicó el profesora de la facultad de Fisioterapia de la Universidad de Vigo, Lois G. Dopazo.
Los hermanos De la Torre
En el apartado del atletismo, Gonzalo Méndez, del Club Atletismo San Miguel, reconocía la trayectoria de los hermanos Elisardo y Carlos de la Torre. "Si no fuera por el problema de rodilla ahora mismo estaríamos hablando de Carlos como el mejor maratoniano de España, coincidiendo en una época con otros grandes como Martín Fiz o Abel Antón" y que situó el récord de España de los 10.000 metros en 27:59 minutos, según Méndez y que compitió en las olimpiadas de Barcelona y Atlanta.
De Elisardo se destacó su carrera como especialista en la prueba de 3.000 metros obstáculos y su participación en Atlanta.
