El escritor ourensano Alfredo Conde fue premiado con una Cebola de Ouro que le será entregada mañana a las 13.00 horas en la plaza de Os Barcos, coincidiendo con la celebración de la XXXII Feira da Cebola.

-Sanxenxo le concede el premio de la Cebola de Ouro, ¿qué le parece?

-Para mí es muy grato que me den la Cebola de Oro, porque me gustan mucho la cebolla y las de Sanxenxo mucho más aún. Sanxenxo para mi es un sitio que forma parte de mi historia personal y es muy grato, voy encantado y la recogeré lleno de satisfacción.

-¿Qué une a Alfredo Conde con Sanxenxo?

-Lo que me une es que yo me crié en Pontevedra y todos los verano, un tío de mi madre veraneaba en Sanxenxo y otros parientes también. El caso es que yo desde niño me pasaba los veranos en Sanxenxo, tengo un hermano que vive ahí y estoy con mucha menos frecuencia de la que quisiera pero estoy ahí. Eso es lo que me vincula a Sanxenxo, no soy un lilaino, pero bueno pasé toda la vida ahí.

-¿Qué tiene de especial Sanxenxo para enamorarle?.

-A mí lo que más me gusta de Sanxenxo son las playas y el recuerdo que tengo del Sanxenxo de cuando yo era rapaz, que no tiene nada que ver con el de ahora. El de ahora es otro mundo, otra circunstancia y lo que me vincula es el afecto a todo lo que fue, quizá lo que es hoy, me gusta en invierno, cuando no hay gente que es cuando voy más.

-Habrá cambiado mucho el Sanxenxo en el que veraneaba de niño con el de ahora.

-Yo recuerdo el cementerio de encima de la playa de la Panadeira, el obradoiro de Manolo el besteiro, pasé muchas horas allí viendo hacer cestos y aún recuerdo el olor de las lañas de castaño. Recuerdo todo eso, el de antes es el Sanxenxo que más entrañable me resulta, el de ahora es más cosmopolita.

-En el Concello consideran que es un honor que un escritor de su categoría le tenga un cariño tan especial al pueblo.

-Lo que me honra es que piensen eso de mí, porque me obliga a ser más asiduo y más defensor de Sanxenxo de lo que soy, incluso del Sanxenxo que menos me gusta que es el de ahora.

-En toda su carrera ha publicado más de diez novelas, ¿cuál es el secreto para crear historias?

-El secreto es tenerlas en la cabeza, porque si no las tienes difícilmente las puedes escribir. Además, paciencia, perseverancia, constancia y disciplina, mucho trabajo. Aparte, cuanto más hayas vivido, más cosas habrás visto y más cosas tendrás que contar, pero tampoco es necesaria ayuda, sobre todo si no tienes mucha imaginación. Pero yo quiero creer que tengo imaginación y aún por encima tengo esa ayuda. Yo creo que historias que escribir las tenemos todos, hay que tener disciplina constancia y trabajo... escribir una novela no es una coña, lleva mucho tiempo y mucha dedicación y concentración. Mientras escribes una novela, estás inmerso en un mundo que no tiene mucho que ver con el cotidiano. Entonces la clave es tener historias que contar y ganas de contarlas.

-¿Es difícil dedicarse profesionalmente a la escritura?

-No, en la misma medida que ser arquitecto que no tienen obras, por ejemplo. Es algo que afecta a todos, no solo a los escritores. Estamos tan en crisis como cualquier ciudadano del país.