Continuando con las movilizaciones contra la autovía, un total de 30 jinetes recorrieron ayer el monte de A Fracha en una marcha organizada por la plataforma vecinal para denunciar el impacto que tendrá la A-57 sobre la zona así como "la repercusión negativa sobre el disfrute de todo este espacio natural".

La marcha partió alrededor de las 11 horas de un club hípico de Marcón con dos rutas diferenciadas, en función de su dificultad, para jinetes de mayor edad y aquellos más jóvenes o inexpertos. Las dos finalizaban en un mismo punto, el área recreativa de A Fracha en donde a partir de las 14 horas tuvo lugar un "xantar" popular por el que pasaron cerca de 200 personas que apoyan a este colectivo frente a la pretensión de construir la A-57 en la zona. Fue una jornada reivindicativa y lúdica, ya que no faltó una pulpeira en una comida a base de paella, chorizos, bocadillos, tortilla empanada y postres caseros elaborados por los vecinos de Marcón.

En medio de este ambiente festivo, la plataforma reivindicó los múltiples usos que le da la ciudadadanía de toda la comarca a este monte y se aprovechó para recoger firmas contra la autovía, además de informar a los asistentes "del impacto severo sobre el paisaje y sobre la fauna, flora y patrimonio cultural y natural que tendrá el trazado por el que discurre la infraestructura". Uno de los portavoces, Salvador Calviño, recordó además que el estudio de impacto ambiental publicado recientemente se refiere únicamente al tramo A Ermida-Marcón, y deja fuera por ejemplo el enlace entre la autovía, la AP-9 y la N-550 que afecta, por ejemplo, al Camino Portugués a Santiago.