Mónica Lorenzo murió en el acto de un tiro en el tórax cuando estaba en la cocina de la casa familiar de Portela, en Barro. La víctima de este último caso de violencia de género que se produce en Galicia apenas habría podido defenderse de su marido y agresor, Daniel Carballa. La autopsia así lo revela, desvelando además que recibió a quemarropa el impacto de una única bala. No se detectan, al menos aparentemente y según los resultados iniciales, heridas o cortes profundos que hagan pensar en algún forcejeo o pelea anterior al momento del disparo.

La necropsia corrobora la hora de la muerte, en torno a las ocho y media de la mañana de este lunes, tal y como el hombre había comunicado telefónicamente a la Guardia Civil antes de quitarse la vida ahorcándose a escasos metros de donde había cometido el crimen. En esa llamada dijo a los agentes que había pegado "dos tiros" a su mujer, pero el análisis al cadáver de esta mujer de 38 años evidenció que fue un único disparo y que éste se produjo en el pecho y no en la cabeza, como se creyó en un primer momento.

Desde la investigación aseguran que el marido, de 48 años, habría cogido su escopeta de caza y apretado el gatillo a "una distancia muy próxima" al cuerpo de la víctima. Aunque son pruebas de balística las necesarias para conocer con mayor exactitud a cuántos centímetros se produjo el disparo, las heridas causadas indican que el matrimonio estaba muy cerca y, probablemente, cara a cara. Este único disparo, según apuntan estas fuentes, habría causado la muerte "prácticamente en el acto" en la misma estancia en la que se produjo el crimen, la cocina. Todo en una vivienda en la que en ese mismo momento se encontraban las dos hijas de la pareja, de 12 y 16 años de edad.

En cualquier caso, serán próximos análisis a muestras tomadas durante la autopsia los que permitan conocer con mayor exactitud en qué circunstancias se cometió este crimen con el que ya son cuatro las mujeres de la provincia muertas a manos de sus maridos o compañeros sentimentales en menos de un año. También se le han practicado muestras al cadáver del varón para saber si había ingerido algún tipo de sustancia antes de estos hechos.

Ambos cuerpos permanecieron durante gran parte de la jornada de ayer en las dependencias pontevedresas del Instituto Anatómico Forense. Aquí se les realizó un minucioso y meticuloso examen durante toda la mañana hasta que, ya por la tarde, ambos fueron llevados a los tanatorios que acogen los respectivos velatorios. El cuerpo de Mónica se trasladó a Marín, de donde ella era natural. Recibirá sepultura esta tarde tras el funeral que se oficiará en el Templo Nuevo a partir de las cuatro y media de esta tarde. Daniel Carballal será enterrado en el cementerio de Portela después de que, a las 17.45, el coche fúnebre traslade sus restos mortales desde el tanatorio de San Antoniño.

Investigación rigurosa

Por otro lado, la subdelegación del Gobierno subrayaba ayer que tanto la Policía Judicial de la Guardia Civil como el Juzgado están actuando "con absoluto rigor" para tratar de esclarecer este "lamentable suceso". Así lo apuntó el subdelegado, Antonio Coello, en Barro, donde se sumó a la concentración convocada por la corporación y en la que participaron aproximadamente un centenar de vecinos y allegados de la víctima para expresa su repulsa a una tragedia que desconcierta aún más ante la falta de denuncias previas.

Coello también recordó que "este tipo de conductas no tiene ningún tipo de justificación", asegurando que desde las instituciones "hay que perseguirlas, prevenirlas y reprobarlas". Hizo hincapié en que los agentes policiales están volcados en esta investigación, pero rechazó señalar si el inicio de los trámites de separación es una de las líneas que se están siguiendo a la hora de evaluar posibles móviles de este crimen.