El Concello y la Xunta celebran hoy una reunión que puede resultar decisiva para poner fin a casi tres años de conflicto por el saneamiento de Os Gafos, un proyecto que todos consideran "urgente" debido a los vertidos que padece el río pero que Augas de Galicia dejó en suspenso en 2011. El gobierno local acude a la cita con la reclamación de que se acepte la última propuesta municipal para actuar en este cauce e invertir de forma inmediata el millón de euros previsto, ya que en caso contrario se corre el riesgo de perderlos, al proceder de fondos europeos con plazos preestablecidos.

Esta última propuesta del Concello alerta una vez más del mal estado del colector que discurre por las orillas de Os Gafos y apuesta por reemplazar sus tramos más deteriorados. Sin embargo se otorga plena prioridad al recorrido por el rural y apenas se plantean obras en el tramo urbano. El proyecto que la Xunta adjudicó en 2011 pero que después anuló incluía actuaciones en toda la parroquia de Tomeza pero también en el sector urbano del río, desde la estación de autobuses hasta su desembocadura.

El diseño que hoy lleva el Concello a Augas de Galicia establece una actuación de 1,2 millones de euros, con un plazo de ejecución de seis meses y dividido en dos tramos. El primero de ellos discurre entre la rúa da Estación y la calle Otero Pedrayo, donde habría que reemplazar 400 metros del colector actual y la instalación de 14 pozos estanco, además de reponer las conexiones de aguas fecales y pluviales existentes. La segunda fase abarca a 1.740 metros ya por la parroquia de Tomeza, con la sustitución de 80 pozos. En este recorrido habría que mejorar el sector afectado por las obras de reforma del nudo de O Pino, donde se ejecutó un nuevo puente sobre el río y se modificó de forma notable tanto su cauce como las instalaciones asociadas.

El gobierno local confía en que Augas de Galicia acepte hoy esta solución, que "daría cumplimiento a lo pactado en agosto de 2013" entre el alcalde, Miguel Fernández Lores, y el conselleiro de Medio Ambiente Agustín Fernández, si bien desde entonces no se avanzó nada.