Sanxenxo brindó ayer un emocionado adiós a uno de sus vecinos más queridos, Ramón Somoza, más conocido como don Ramón, quien fue párroco en esta localidad entre 1955 y 2012. Ramón Somoza falleció el jueves cuando estaba a punto de cumplir 96 años de edad.

Don Ramón descansa ya en el Nuevo Templo, un lugar sagrado que soñó hace ya más de medio siglo cuando insistía en la necesidad de que Sanxenxo contase con una iglesia de gran capacidad ante el desarrollo que preveía que iba a tener en años posteriores. En la construcción de este templo invirtió gran parte de su vida y fue por ello que los vecinos pidieron ya hace años que fuera también su lugar de eterno descanso. En un gesto que no es habitual, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, autorizó hace tiempo que don Ramón pudiese ser enterrado dentro del templo. El propio arzobispo presidió ayer la solemne ceremonia en la que se dio sepultura a Ramón Somoza Castro, quien ya descansa en una cripta habilitada al efecto en la nave de Baptisterio del Nuevo Templo.

Durante la ceremonia se observó a vecinos emocionados y que mostraban su cariño y admiración por el sacerdote. Estuvieron presentes numerosos concejales del grupo de gobierno del PP, con la alcaldesa Catalina González al frente, así como con el teniente de alcalde de VIPS, José Luis Rodríguez.

Ramón Somoza, Don Ramón, empleó décadas en la construcción del Nuevo Templo llegando incluso a invertir su patrimonio personal. Trabajó de forma incansable en la obra, hasta con sus propias manos, buscando los materiales adecuados para su proyecto exigente, no solo en la vertiente arquitectónica, sino también en la ornamentación.