Cinco años de prisión. Esta es la pena que solicita la Fiscalía de Pontevedra para Tito C. G., un vecino de Lalín al que acusa de un delito de incendio con peligro para la vida de las personas. Una vez celebrado el juicio ayer en Pontevedra, el Ministerio Público rebajó a la mitad los diez años que solicitaba inicialmente al entender que se le debe aplicar el subtipo atenuado del delito de incendio al acusado dado que el riesgo del incendio fue menor.

Con todo, el fiscal sigue entendiendo que Tito C. G., en compañía de otras dos personas que no pudieron ser identificadas, el 1 de agosto de 2007 rociaron con combustible una pared de una vivienda en Lalín en la que residía el hermano de la pareja sentimental del acusado y le plantaron fuego. Afortunadamente, las llamas tan solo provocaron una enorme marcha de color negro en la vivienda, que todavía estaba en obras.

La víctima explicó que era "primera hora de la mañana" cuando de repente observó una "enorme llamarada en la parte trasera de la casa, así de golpe, por lo que cogí a mi hija de siete años bajo los brazos y salí disparado de casa". Asegura que observó a tres personas huir y que intentó seguirlas, viendo como se iban en dos coches, uno de color claro y otro rojo, un color que coincide con el de uno de los vehículos del acusado.

En fase de instrucción aseguró que reconoció al acusado como una de estas tres personas "por la voz y porque lo vi de perfil". Ayer en el juicio matizó que "para mí en aquel momento era él, pero hoy ya no lo tengo tan seguro". Además, recordó que unos días antes, durante una discusión en la vivienda familiar, el que entonces era novio de su hermana ya le había amenazado con quemarle la casa.

El acusado niega los hechos. Asegura que él no pudo ser el autor del incendio dado que esa noche, en el momento que se produjo el fuego, él se encontraba de "marcha" en Santiago con un amigo que falleció, la que es ahora su actual mujer y su prima. Ambas acompañantes declararon que el acusado estuvo con ellas hasta que las dejó en su casa "ya bien entrado el día", por lo que no podría haber sido el autor de un incendio a primera hora. Algo que también corroboró otro vecino de Lalín que asegura que se encontró con Tito C. G. aquella madrugada en la capital gallega.

Incendio de escasa entidad

La defensa pide la libre absolución del acusado por falta de pruebas, pero es que además considera que el delito que le imputa el fiscal es "desproporcionado" dado que "el incendio fue de escasísima entidad". De hecho, "no causó daño alguno en la vivienda". Recordó que la víctima ya mencionó al ahora acusado como posible sospechoso de haberle quemado también un Porsche valorado en unos 70.000 euros, un hecho por el que a posteriori fueron condenados otros dos vecinos de Lalín. El juicio quedó visto para sentencia.