La junta de gobierno local puso en marcha ayer la comisión que investigará si hubo "exceso de celo" en las polémicas multas impuestas a 13 conductores por girar la cabeza a su paso por un radar. La propuesta pretende llegar a unas conclusiones que aclaren la llamativa actuación de dos agentes, que sancionaron por este motivo a un automovilista cada dos minutos en un plazo inferior a la media hora. El alcalde se ha comprometido a retirar las denuncias si trasciende algún tipo de irregularidad.

La investigación se realizará, principalmente, a partir de informes tanto internos como externos. Entre los primeros se incluyen las explicaciones por escrito de los policías implicados, ambos actualmente de baja por accidente laboral, y también del responsable del cuerpo municipal. De los segundos destaca la petición que se cursará a Tráfico, una solicitud con el objetivo de obtener una interpretación del artículo 18.1 al que se remiten las controvertidas sanciones.

En éste se recoge que "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad (...) y la de los demás usuarios de la vía". En ningún caso se habla específicamente de la prohibición de girar la cabeza, lo que lleva a pensar en "un exceso de celo", como ha dicho el alcalde, por parte de los dos agentes que patrullaban el viernes 18 de abril en la PO-308 a la altura de Porteliña.

El regidor puntualizaba ayer que la comisión se reunirá "tantas veces como sea necesario hasta que haya una conclusión". Por ahora no hay fecha, ni siquiera aproximada. Algo que responde en gran parte a que los dos policías, vecinos de Cangas y Vigo, continúan de baja con lesiones cervicales tras la salida de vía que sufrieron a principios de mes bajando de A Escusa. Su reincorporación aún es una incógnita.

Sobral puntualiza que, en cualquier caso, el objeto de esta investigación no pasa por crear "ningún tipo de enfrentamiento con los agentes". Asegura que su gobierno "nunca pretende presionar a los trabajadores municipales, confiando en su buen hacer a la hora de desarrollar sus funciones". Pero sí considera preciso llegar al "fondo" de esta discutible acción policial.

La polémica surgió a principios de la semana pasada, poco después de que los conductores empezasen a recibir en su domicilio las cuestionadas sanciones. El primero en denunciar públicamente este "abuso", término en el que coinciden los automovilistas sancionados, fue un vecino de Vilagarcía. Horas después también uno de Vigo. Luego se sumarían, entre otros, un conductor de Madrid y una mujer residente en Poio.

Todas las multas son iguales. Impuestas por los agentes que ahora están de baja, el comportamiento que se aduce es el de girar la cabeza más de 45 grados. Además, todos los multados circulaban por este punto de la PO-308, el punto kilómetro 1,5, a media tarde del viernes santo. La patrulla policial no habría dado el alto a ninguno de ellos para informarles de que acababan de ser sancionados con una multa de 100 euros. De hacerlo posiblemente no habrían tenido tiempo de llegar a ese balance total de 13 multas (seis de un agente y siete de otro) en solo 28 minutos.