Casi cinco meses después de su apertura, el proceso para adjudicar los 99 puestos vacíos del Mercado de Abastos continúa sin resolverse, si bien el Concello asegura que "ya entra en su recta final", después de que la junta de gobierno aprobara ayer la propuesta de la concejala de Promoción Económica, Carlota Román, para efectuar el último requerimiento de documentación a los aspirantes. Aún así, aún habrá que esperar al menos mes y medio más para conocer cuantos puestos se adjudican finalmente, toda vez que los actuales usuarios de la Plaza aún conservan la opción de hacerse con esas bancadas mediante el derecho de tanteo, igualando las ofertas procedentes de otros aspirantes.

La resolución aprobada ayer concede un plazo de 10 días para que los aspirantes que hubieran presentado ofertas por varios puestos o bancadas determinen el orden de preferencia en la adjudicación, según explicó ayer el Concello, que insiste en que "los usuarios de puestos lindantes dispondrán de un plazo de un mes para ejercer su derecho de tanteo". Carlota Román destaca, por su parte, que "el procedimiento para la adjudicación de los puestos continúa, respetando todos los derechos y con las máximas garantías".

Las ofertas recibidas durante el período habilitado por la Concejalía de Promoción Económica abarcan un total de 68 bancadas y puestos. No obstante, esta cifra va a quedar reducida una vez que se concreten las preferencias de los solicitantes. De este modo, está asumido que el Mercado no cubrirá todas las vacantes, especialmente en la planta alta, lo que obligará a buscar fórmulas de uso y aprovechamiento de esos espacios con el fin de atraer nuevos clientes. La Plaza de Abastos de Pontevedra dispone de un total de 367 puestos de venta, de los que actualmente están vacíos 99.

El gobierno aclara que "al tratarse de un procedimiento de subasta, las adjudicaciones se realizarán en favor de la mejor oferta económica. Los titulares de las nuevas concesiones disfrutarán de un período de explotación de 25 años" mientras que la concejala destaca que "se trató de un procedimiento totalmente abierto y transparente, a lo que se dio amplia publicidad, y que permitió que toda persona o empresa interesada en trabajar en la Plaza de Abastos había tenido oportunidad de hacerlo".