Casi cuatro años y más de cuatro millones de euros después de la implantación de un plan ad hoc de eliminación de olores, la lucha contra el impacto oloroso de la fábrica de Ence empieza a dar sus frutos. Según revela una encuesta anual de la propia empresa para conocer la percepción que tienen los ciudadanos de la planta de Lourizán el 53,5% de los encuestados afirman no percibir "nunca" olores que se puedan relacionar con la actividad de la factoría, un porcentaje que se eleva al 69,1% si se suma la población que declara notarlos "rara vez" o "menos de una vez al mes". El 30% restante de los que respondieron al cuestionario indicaron que percibía el olor generado por la actividad industrial con mayor frecuencia.