"Tafisa se compromete a poner en marcha nuevas plantas que mantengan su empleo actual dentro de la comarca de Pontevedra en un plazo estimado de seis meses". Está cláusula incluida en el convenio urbanístico firmado el 7 de mayo de 2013 entre el Concello de Pontevedra y la empresa por el cual se recalificaban los terrenos que tenía a orillas del Lérez, es esgrimida por el concelleiro de Urbanismo, Antón Louro, como una posible fórmula para evitar el pretendido desmantelamiento inminente de la fábrica de tableros de A Reigosa (Ponte Caldelas)

En estos terrenos se levantaba entonces la planta que Tableros de Fibras SA puso en marcha en 1946 y que que había cesado su actividad en la ciudad siete meses antes de la firma.

La revisión de este convenio, desde un punto de vista jurídico- administrativo, será propuesta por Antón Louro a la comisión municipal de Urbanismo con el fin de que la asesoría legal del Concello emita un dictamen sobre "la vinculación y exigibilidad" de las cláusulas relativas a la apertura de una nueva planta y consiguiente mantenimiento del empleo en la comarca y valore si ha lugar o no algún tipo de reclamación.

Con esta iniciativa el concelleiro y teniente alcalde socialista busca una posible vía para forzar a la multinacional Sonae Industria SGPS a que reconsidere su anunciada decisión de cerrar la planta de tarima flotante (flooring) de A Reigosa (Ponte Caldelas), la única que tiene en la Península Ibérica y una de las dos que posee en Europa que fabrica este producto.

Si Louro Goyanes tiene expectativas en que la revisión del convenio urbanístico pueda ayudar a los trabajadores de Tafisa, la mayoría vecinos de la capital, en su intento por frenar el cierre; sus socios de gobierno (el alcalde Miguel Fernández Lores y el concelleiro de Ordenación do Territorio, César Mosquera) entienden que es una vía muerta. Se trata, subrayan, de un convenio urbanístico que comprometía a Tafisa a abrir una nueva fábrica en la comarca y lo hizo. No había compromiso de permanencia, remarcan.