Tres años de vallas

Datado en el siglo XVI, el pazo Mariño de Lobeira es una de las más emblemáticas y antiguas construcciones de la ciudad. Cinco siglos de historia, escudos sin parangón o el arco apuntado que da acceso a la plaza de Mugartegui están desde hace tres años en serio riesgo de desplome.

En enero de 2011 un temporal provocó el primer derrumbe y gran parte de la cubierta, de hecho la viga central, se vino abajo. Con ese primer desplome llegaron las vallas, que, lejos de desaparecer en los meses siguientes, continuaron comiendo cada vez más y más perímetro de la calle.

Así, unos meses después le tocó el turno al edificio anexo, datado del siglo XVII, si bien los bajos fueron reformados a mediados del pasado siglo. En este caso se produjo un pequeño incendio, que se sumó a la declaración de ruina.

Tras este segundo vallado prácticamente todo un lateral de la calle permanece cerrado, teóricamente para proteger a los peatones si bien de producirse un desplome obviamente una separación de apenas metro y medio no impediría que una persona resultase herida.

La propiedad del pazo Mariño de Lobeira, la familia Terceiro, ha solicitado la demolición parcial "con vistas a una futura rehabilitación", si bien el proyecto está pendiente de la decisión de Patrimonio.

En el segundo caso (un edificio que fue conocido por albergar en sus bajos el antiguo comercio de Barcia) los propietarios han de ponerse de acuerdo sobre el futuro destino del inmueble.

El teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Antón Louro, no oculta su interés por la recuperación de ambos edificios en la calle que es el principal acceso peatonal al Mercado y una de las arterias del centro histórico. Otro tanto expresan vecinos y, muy especialmente, el Centro Comercial Urbano Zona Monumental, que ha denunciado la "lamentable imagen" que supone el vallado para el recuperado centro histórico de la ciudad del Lérez.

Antón Louro indica que "estamos esperando que el ARI del centro histórico aprobado por la Xunta reciba los fondos de Fomento conveniados con la Xunta. Una vez firmado el convenio la Xunta establecerá los criterios de reparto y saldrá la orden que regula y el dinero se podrá destinar a este tipo de acciones concretas", si bien no concretó si el pazo Mariño de Lobeira figura entre los 65 proyectos que serán financiados. Mientras tanto, las bellísimas sirenas de los Mariño permanecen cubiertas por el musgo, como si todos fuésemos inmunes a sus hechizos.